La procuradora general estadounidense Loretta Lynch pedirá a los gobernadores del país a facilitar a exconvictos a obtener una identificación oficial después de salir de prisión, una propuesta que forma parte de un plan más amplio que se anunciará el lunes y que tiene como objetivo facilitar el camino a los reos que están listos para volver a integrarse en la sociedad.
El anuncio que se hará el lunes, en el primer día de la Semana Nacional de Reinserción, está destinado a ayudar a unos 600.000 prisioneros estatales y federales que regresan cada año a los barrios del país a aclimatarse mejor a la sociedad y eliminar algunos de los obstáculos que enfrentan para conseguir trabajo, educación y vivienda.
«El impacto de largo plazo de los antecedentes penales impide a muchas personas obtener un empleo, vivienda, educación superior y crédito, y esas barreras afectan a los individuos que regresan, incluso si su vida ha cambiado y es improbable que vuelvan a reincidir», dice Lynch en una propuesta de siete páginas titulada «Hoja de ruta para la reinserción«.
La procuradora planea anunciar la propuesta el lunes en la tarde en Filadelfia.
La iniciativa del Departamento de Justicia instruye a la Oficina Federal de Prisiones a preparar un plan de reinserción para cada interno y que tenga en cuenta el abuso de sustancias, antecedentes penales y el nivel de educación. Además, la agencia va a revisar su red de centros de reinserción social y la evaluación de sus programas de habilidades para la vida, educación y capacitación para el trabajo para asegurarse de que están sirviendo mejor a las necesidades de los internos.
El tema de la reincorporación de presos está atrayendo la atención a nivel estatal y federal. La semana pasada, el gobernador de Virginia Terry McAuliffe emitió una orden ejecutiva que permitirá que más de 200.000 internos puedan votar en noviembre.