El director del FBI James Comey dejó entrever el jueves durante un evento en Londres que la agencia pagó más de un millón de dólares para lograr accesar a la información contenida en un iPhone bloqueado que fue utilizado por uno de los responsables de la masacre ocurrida el año pasado en San Bernardino, California.
Durante una sesión de preguntas y respuestas en el Foro de Seguridad de Aspen, se preguntó a Comey cuánto pagó el FBI a un tercero no identificado por el método para conseguir accesar al teléfono.
No proporcionó una cifra precisa, pero dijo que fue «seguramente más de lo que ganaré en lo que resta de este empleo, que es siete años y cuatro meses». Agregó que pensaba que el pago «valió la pena».
El Departamento de Justicia reveló el mes pasado que una entidad externa al gobierno se había acercado a éste con un método que podía ser utilizado para ingresar a la información del teléfono utilizado por Syed Farook, quien junto con su esposa mató a 14 personas en diciembre de 2015 antes de morir en un enfrentamiento con la policía.
La revelación ocurrió después que un magistrado federal ordenó a Apple Inc. que ayudara al FBI a desbloquear el sistema de seguridad del teléfono. El FBI había dicho que quería tener acceso al teléfono como parte de su investigación sobre los ataques.
Funcionarios federales dijeron que el método ofrecido por el tercero fue exitoso, aunque no han revelado públicamente qué implicaba.