Enfermedades transmitidas por mosquitos como el Zika y el dengue son una «amenaza inmediata» para los sobrevivientes del terremoto que sacudió a Ecuador la noche del sábado pasado, señaló el jueves una red internacional de ayuda.
Los esfuerzos para ayudar a las más de 24.000 personas cuyas casas fueron destruidas o dañadas por el movimiento han sido obstaculizados por las fuertes lluvias, y una de las cosas que más se necesita es agua limpia, indicó la organización CARE International.
«Hay mucha agua estancada, lo que aumenta las zonas de reproducción de los mosquitos», afirmó Lucy Harman, líder del equipo de emergencia de CARE en Ecuador, a través de un comunicado.
«Como resultado, hay un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el virus Zika y el dengue«.
Extensas zonas de América Latina y el Caribe han sido afectadas por el brote de Zika. En enero, Ecuador confirmó 22 casos del virus, que según la Organización Mundial de la Salud se está propagando «explosivamente» y podría afectar a hasta cuatro millones de personas en América.
Además, algunas comunidades aisladas lidian con la falta de agua, energía y transporte porque los caminos destrozados dificultan la entrega de ayuda.
El secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Stephen O’Brien, dijo que la ONU y otras organizaciones lanzarán el viernes una petición de ayuda para las 350.000 personas que necesitan asistencia.
El terremoto, el peor que ha afectado a Ecuador en décadas, provocó la muerte de 570 personas, dejó heridas a unas 7.000, generó daños a unas 2.000 edificaciones y obligó a más de 24.000 personas a refugiarse en albergues, según cifras oficiales.