La cifra de muertos lamentablemente seguirá aumentando, informó el Gobierno. Se declaró el Estado de excepción en Ecuador tras terremoto de 7,8 grados.
Un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter ha cobrado la vida de al menos 235 personas, 1.557 resultaron heridas y se registran destrozos considerables en Ecuador, según anunció este domingo el vicepresidente Jorge Glas. El fuerte movimiento sísmico fue el mayor registrado desde 1979.
En una cadena nacional el sábado, el vicepresidente Jorge Glas dijo que el movimiento telúrico, de magnitud 7,8, causó daños considerables, mientras imágenes de la televisión local mostraron el colapso de un puente y construcciones derrumbadas.
Glas representa al presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien había viajado al Vaticano para un evento organizado por la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales.
Según el técnico del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador, Hugo Yepes, la magnitud del sismo "representa una muy grande energía sísmica liberada" y tiene relación con la zona de contacto entre las placas de Nazca y Sudamericana, donde se generan frecuentemente terremotos, por lo que "era el sitio más probable" para que ocurriera.
Glas indicó que no se ha declarado alerta de tsunami, pero sí una "alerta de movilización" preventiva para que los ciudadanos se alejen de la costa en las provincias de Santa Elena, Manabí y Esmeraldas.
El cuerpo de bomberos de Guayaquil reportó que una persona murió cuando un puente cayó sobre un vehículo, mientras que su acompañante resultó herido.
Cristina Durán, de 45 años, tomó a sus tres mascotas y se ubicó bajo el marco de una puerta para protegerse de los vidrios que crujían.
"Sentí temor y solo pedía que se acabe" el temblor, relató a la AFP.
La provincia de Esmeraldas se encuentra en la frontera de colombo-ecuatoriana. El Tiempo informó que el sismo se sintió en el sur de Colombia, especialmente en las ciudades de Cali y Jamundí.
Los bomberos de esas ciudades no reportan ninguna emergencia, a pesar del pánico que sintieron residentes de edificios altos y quienes se encontraban en el centro comercial Unicentro al sur de Cali.