La organización Reporteros sin Fronteras incluyó por primera vez al Reino Unido y a EE.UU. en su lista anual de ‘enemigos de Internet’: países que violan la libertad de información mediante la vigilancia y la censura.
Tanto EE.UU. como el Reino Unido están en esa lista como consecuencia de las revelaciones del extécnico de la CIA Edward Snowden sobre las actividades de las agencias de espionaje estadounidenses y británicas.
«Internet es un recurso colectivo que la NSA y el GCHQ convirtieron en un arma al servicio de sus intereses particulares, despreciando en el proceso la libertad de información, la libertad de expresión y el derecho a la privacidad», dicen los autores del informe.
El Reino Unido, dice el organismo de control de prensa, prestó escasa atención a las consideraciones legales ‘cosechando’ enormes cantidades de datos. «Con el apoyo de la NSA y con la perspectiva de compartir datos, la agencia británica dejó de lado todos los obstáculos legales y se unió a la vigilancia masiva de casi un cuarto de las comunicaciones mundiales», reza el documento.
Los autores llegan a señalar también que el Reino Unido dispone de la única posición global para recoger el tráfico de Internet, porque muchos de los cables que transmiten la información de Internet a nivel mundial entre Europa y EE.UU. pasan por el territorio británico.
El informe también acusa a Londres de «confundir el periodismo y el terrorismo» y critica al Gobierno británico por poner al diario ‘The Guardian’ bajo excesiva presión «para aplacar el escándalo de las escuchas telefónicas por parte del GCHQ», y por detener injustamente al compañero del experiodista de ‘The Guardian’ Glenn Greenwald, David Miranda.
Reporteros sin Fronteras pidió a la UE, que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2012, que garantice el acceso a Internet sin restricciones y las libertades digitales en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Asimismo, el informe advierte que los periodistas y otros proveedores de información deben aprender a proteger sus datos y comunicaciones. El documento concluye que es necesario instar a los organismos internacionales como las Naciones Unidas a proteger los datos de Internet y regular la vigilancia.