El Papa Francisco y el líder espiritual de los cristianos ortodoxos dejarán de lado siglos de disputa el sábado cuando visiten una isla griega que está en el centro de la crisis de inmigrantes de Europa, para subrayar la situación de los refugiados.
Casi un millón de personas, muchas de las cuales huyen de la guerra, la persecución y la pobreza en Siria, Irak y Afganistán, han arriesgado sus vidas en improvisadas embarcaciones desde Turquía, cruzando a Lesbos antes de dirigirse al territorio griego y luego hacia el oeste de Europa.
Cientos han perdido la vida, dejando parcelas de tierra en Lesbos con tumbas no identificadas.
En un viaje relámpago, el Papa Francisco se reunirá con refugiados junto a Bartolomé, el líder espiritual de 250 millones de cristianos ortodoxos, con base en Estambul, y al titular de la Iglesia Ortodoxa Griega, Ieronymos II.
El Papa, líder de los 1.200 millones de católicos romanos del mundo, ha defendido en varias ocasiones a los refugiados e instó a las parroquias católicas de Europa a recibirlos.
Su primer viaje tras convertirse en pontífice en 2013 fue a la isla siciliana de Lampedusa que, como Lesbos, ha recibido varios miles de refugiados.
El sábado, los tres líderes visitarán Moria, un complejo cercado que alberga a más de 3.000 refugiados desde que la Unión Europea y Turquía alcanzaron un acuerdo el mes pasado para contener el flujo de inmigrantes. Muchos de los que están allí serán enviados de vuelta a Turquía si sus solicitudes de asilo son rechazadas.
El Papa Francisco, Bartolomé y Ieronymos tienen previsto saludar a 250 refugiados que buscan asilo y almorzar con ocho de ellos en un contenedor antes de dirigirse al puerto, donde el pontífice dará un discurso y cada uno de los líderes recitará una plegaria para las víctimas.