Conozca la historia de la joven inventora del material que lo puede reparar todo

Jane Ni Dhulchaointigh, diseñadora e inventora de un revolucionario material, cuenta en una entrevista cómo logró elaborar el Sugru, una marca patentada de silicona multiuso que puede ser comparada con el Blu-Tack y la cinta adhesiva.

La tímida estudiante del Royal College of Art pasó la mayor parte de su tiempo en los laboratorios de la escuela en busca de un nuevo material que pueda pegarse a todo. Durante uno de sus experimentos, Ni Dhulchaointigh mezcló sellador para juntas de baño y polvo de serrín. Como resultado, obtuvo una pelota con un aspecto como el de la madera y propiedades parecidas a las de los materiales plásticos.

«Ese fue un momento asombroso. Creé algo con aspecto de madera y la capacidad de rebotar», cuenta Ni Dhulchaointigh a ‘The Guardian’.

Casi 10 años pasó la inventora, en colaboración con su socio, Roger Ashby, reformando y perfeccionando su creación en un laboratorio en Bethnal Green antes de presentarla al mundo.

«Fue un proceso muy largo, durante años trabajé sola. Noté que la gente se interesaba por mi idea y eso me ayudó mucho», declara la inventora.

El nuevo material, llamado Sugru, que se traduce del irlandés como ‘jugar’, fue mostrado y puesto a la venta por primera vez en 2009. Durante las primeras seis horas la empresa FormFormForm, que fabricaba el Sugru, vendió mil paquetes de cinco gramos a compradores de 21 países.

«¿Puedes imaginarlo? Después de seis años de desconocimiento, Internet se volvió loco por mi invento».

En 2010 el Sugru fue incluido por la revista ‘Times’ en la lista de los 50 inventos más destacados, junto con diseños como el del iPad.

Jane Ni Dhulchaointigh comenta sus planes a parir de ahora: «No sabemos exactamente cuáles son nuestros planes futuros: Sugru puede ser un material doméstico o un juguete como LEGO».

Sugru es maleable al extraerlo de su embalaje al vacío a la vez que resistente a la humedad y mantiene la plasticidad durante 30 minutos. Al cabo de ese tiempo el Sugru se solidifica y se convierte en un material resistente, impermeable al agua y aislante de temperaturas extremas de hasta 150 grados centígrados.