El papa Francisco afirmó ayer que durante su breve visita a Lesbos, el próximo sábado, quiere mostrarles a los refugiados y los habitantes de la isla griega su cercanía y solidaridad.
Les pido que me acompañen en el rezo, dijo el pontífice argentino ante miles de creyentes durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro en Roma.
El Papa alabó al pueblo griego por la enorme generosidad que ha mostrado para acoger a personas que buscan ayuda.
Francisco dijo que a su reunión en Lesbos con los refugiados en el campamento de Moria asistirán también sus hermanos, el patriarca eucuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y el arzobispo de Atenas y toda Grecia, Jerónimo II.
La isla de Lesbos, en el mar Egeo, está en el centro de la crisis de refugiados. Hasta hace poco llegaban allí diariamente cientos de refugiados en barcos procedentes de Turquía. Decenas de personas han muerto ahogadas frente a las costas de la isla. Actualmente, muchos refugiados y migrantes esperan en Lesbos su devolución a Turquía.
No es la primera vez que el jefe de la Iglesia católica muestra su solidaridad con los refugiados. El pasado Jueves Santo, el Papa realizó el tradicional lavatorio de pies a 12 refugiados en un centro de acogida cerca de Roma. Su primer viaje fuera del Vaticano lo llevó en 2013 a la isla italiana de Lampedusa, adonde todos los años llegan miles de refugiados.
DISGUSTO
El cardenal estadunidense Raymond Burke, líder del sector conservador de la Iglesia católica, desdeñó la exhortación apostólica que Francisco publicó y se opone al acceso según el caso y autorizado por el Papa a la comunión para los divorciados que se vuelven a casar.
Se trata de una simple reflexión personal, lamentó el cardenal Burke en un comentario para la página católica estadunidense National Catholic Register.