Un quinto policía fue asignado a otras funciones en el marco de una investigación sobre sospechas de corrupción en la policía de Nueva York, indicó el organismo el miércoles. Andrew Capul era responsable operativo de patrullas en la zona norte de Manhattan y fue afectado a un puesto administrativo a la espera de las conclusiones de la investigación.
La semana pasada otros cuatro oficiales habían sido también reasignados a otras funciones en la policía de Nueva York (NYPD) y dos de ellos debieron entregar su arma de reglamento y su insignia, había informado el 7 de abril el jefe de la repartición, William Bratton, en un comunicado.
Bratton no había mencionado al principal sospechoso de la investigación, Philip Banks. Jefe de departamento, el más alto rango de la policía, que renunció abruptamente en octubre de 2014, cuando estaba considerado para convertirse en el número dos de la policía de Nueva York.
Esta renuncia se interpreta ahora como una salida precipitada, causada por el descubrimiento de los primeros elementos de la investigación que se abrió a finales de 2013.
De acuerdo con varios medios de comunicación, Philip Banks está acusado de haber recibido dinero, billetes de avión y verse beneficiado de habitaciones de hotel pagadas por dos empresarios, Jona Rechnitz y Jeremy Reichberg.
A cambio, los empresarios obtuvieron servicios de escolta de agentes policiales en varias ocasiones. También se hicieron escoltar, a pedido de éstos, las caravanas fúnebres de miembros de la comunidad judía hasta el aeropuerto para su entierro en Israel.
Esta investigación se unió a otra que inició el FBI en 2014, pero de un espectro más amplio, que involucra al presidente del sindicato de empleados carcelarios de Nueva York, Norman Brooks, por aceptar regalos y pagos a cambio de fondos de esa entidad.
Según varios medios, los investigadores se interesan también en las relaciones entre los dos empresarios y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Jon Rechnitz contribuyó financieramente a la campaña municipal de Bill de Blasio, mientras que Jeremy Reichberg organizó un evento para recolectar fondos en beneficio de una asociación que apoyaba la campaña.
Interrogado en reiteradas ocasiones sobre el tema en los últimos días, el alcalde dijo no saber nada de la investigación, que busca determinar principalmente si los dos empresarios obtuvieron ventajas atribuidas por De Blasio.