Los cultivos transgénicos en el mundo se estancaron en 2015 por primera vez en 20 años tras un crecimiento regular y en ciertos países incluso retrocedieron, según un informe de una organización especializada difundido este miércoles.
Dos décadas depués de la primera comercialización de una planta genéticamente modificada, las superficies cultivadas con OGM alcanzaron los 2.000 millares de hectáreas.
Pero «tras 19 años de crecimiento anual consecutivo», en 2015 retrocedieron un 1% según el informe de la ONG ISAA (International Service for the Acquisition of Agri-biotech applications), una organización más bien favorable a los transgénicos.
Según ISAA, esta reducción «marginal» sería coyuntural y se explicaría por el hundimiento de ciertas materias primas agrícolas como el maíz (-4% en superficies) o el algodón (-5%). También esta disminución «es susceptible de invertirse cuando el nivel de los precios se invierta».
En Estados Unidos, líder con el 39% del total mundial, las superficies OGM retrocedieron en 2,2 millones de hectáreas, mientras que en Canadá, quinto productor mundial, también se redujeron en 0,6 millones de hectáreas», según el informe.
En Sudáfrica, fue la sequía severa la que hizo recular las superficies de maíz OGM un 23% (la disminución más fuerte).
Y la semana pasada, Burkina Faso, único país de África occidental convertido a la agricultura biotec desde los años 2000, renunció totalmente al algodón transgénico, evocando su falta de rentabilidad.
ISAA recuerda, no obstante, que en 20 años, las superficies dedicadas a los OGM «aumentaron 100 veces» e implican a 18 millones de granjas en 28 países. Entre estas, 20 se encuentran en desarrollo (el 54% de las superficies mundiales).
Cinco países en desarrollo –Brasil, Argentina, India, China y Sudáfrica– cultivan casi la mitad (48%) de los OGM del mundo.
Para los autores del informe, «una reglamentación costosa de las plantas transgénicas sigue siendo el principal impedimento para su adopción» en los países en desarrollo.