El Pentágono anunció el martes que quiere reducir el número de soldados estadounidenses que participan en la fuerza de mantenimiento de paz en la península de Sinaí en Egipto y reemplazarlos por drones, especialmente ante la amenaza que constituye el grupo Estado Islámico.
Unos 700 militares estadounidenses participan en esa misión de paz de la ONU, surgida de la firma del tratado de paz firmado en 1979 entre Israel y Egipto tras los acuerdos de Camp David.
La misión está compuesta por un total de 1.700 soldados mantenía una discreta actividad desde su despliegue, aunque una serie de ataques yihadistas de Estado Islámico en estos últimos meses obligó a colocar a sus tropas en estado de alerta.
En septiembre, la explosión de una bomba artesanal colocada al margen de una carretera hirió a seis cascos azules estadounidenses.
El Pentágono permanece «totalmente comprometido» con la misión de la Fuerza Multinacional de Observadores, aunque contempla utilizar drones y otras herramientas tecnológicas para efectuar las tareas más arriesgadas, afirmó su portavoz Jeff Davis.
«Nadie ha hablado de un retiro masivo, pienso que simplemente tenemos que mirar el número de personas que tenemos desplegadas en el terreno y ver si algunas funciones pueden ser automatizadas», explicó.
El secretario de Defensa, Ashton Carter, y otros altos funcionarios estadounidenses han empezado «discusiones formales» al respecto con Israel y Egipto, añadió.
El gobierno estadounidense contempla desplazar una parte de sus tropas, actualmente ubicadas cerca a la franja de gaza, a un campo situado más al sur en la península.
Algunos yihadistas que operan en la península del Sinaí han prometido fidelidad al grupo Estado Islámico en noviembre de 2014.
Egipto hace frente a una insurrección de organizaciones yihadistas en el Sinaí, tras la destitución en 2013 del presidente Mohamed Morsi.