La tecnología que permite que un robot preprogramado dispare a matar, o que un tanque dispare contra un objetivo sin la intervención de una persona, está a tan solo años de distancia, aseguran los expertos. Y un nuevo reporte solicitó el lunes una prohibición a dichos «robots asesinos«.
El reporte de Human Rights Watch y la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Escuela de Derecho de Harvard fue difundido el lunes, mientras Naciones Unidas da inicio en Ginebra a una cumbre de una semana con respecto a ese tipo de armas.
El reporte pide que los humanos sigan en control de todos los sistemas de armas, en una época de veloces avances tecnológicos. Asegura que el requerimiento de que los humanos tengan el control de las funciones primordiales del arma durante el combate incluyendo la selección de objetivos salva vidas y garantiza que los combatientes se apeguen a las leyes internacionales.
«Las máquinas han servido desde hace mucho como instrumentos de guerra, pero históricamente los humanos dirigen la forma como son utilizadas», dijo Bonnie Docherty, alta investigadora de la división de armas en Human Rights Watch, por medio de un comunicado. «Ahora existe una amenaza real de que los humanos entreguen el control y deleguen a las máquinas decisiones de vida o muerte».
Algunos argumentan a favor de los robots en los campos de batalla, asegurando que su uso podría salvar vidas.
Pero el año pasado, más de 1.000 expertos tecnológicos y de robótica incluyendo al científico Stephen Hawking, el director general de Tesla Motors, Elon Musk, y el cofundador de Apple, Steve Wozniak advirtieron que ese tipo de armas podrían desarrollarse dentro de algunos años.
En una carta abierta, argumentaron que si cualquier potencia militar desarrolla armas autónomas «sería prácticamente inevitable una carrera armamentista mundial, y el punto final de dicha trayectoria tecnológica sería obvio: las armas autónomas se convertirán en los (fusiles) kalashnikov del mañana».
De acuerdo a la organización Campaign to Stop Killer Robots (Campaña para Detener a los Robots Asesinos), Estados Unidos, China, Israel, Corea del Sur, Rusia y Gran Bretaña se inclinan hacia dichos sistemas, que le darían a las máquinas mayor autonomía de combate. Human Rights Watch es cofundadora del organismo con sede en Londres.
La cumbre de Naciones Unidas sobre expertos en el tema, encabezada por Alemania, continúa con las pláticas que se efectuaron en mayo de 2014 y abril de 2015.