La osa de circo Olya, casi ciega después de 10 años de viajar y de actuar por todo el país, es ahora una feliz pensionada en un centro de rescate cerca de Kiev. Olya es alimentada con fruta, pescado y miel en un hábitat reforestado de 10.000 metros cuadrados, junto con cuatro osos marrón que sufrieron un abuso severo mientras estuvieron en cautiverio privado.
Fundado en el 2012, el Centro Nadiya se encuentra en Berezivka, un pueblo ubicado a cerca de 160 kilómetros al noroeste de la capital ucraniana, y se encarga de cubrir las necesidades naturales de los osos.
«Desde que llegó a su nuevo hogar, Olya se ha estado recuperando de manera gradual del trauma del abuso y su miedo a las personas está disminuyendo», dijo Marina Shkvyrya, investigadora del Instituto de Zoología de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, quien se encarga de Olya.
Shkvyrya explicó que los encargados de los animales en algunos circos usan el láser para quemar los ojos de los osos y así dejarlos casi ciegos con el fin de que resulte más sencillo controlarlos.
Además de Olya, otros tres osos reciben tratamiento por las heridas sufridas durante años de ser utilizados como carnada de entrenamiento para perros de caza, dijo.
Masha, de seis años de edad, fue rescatada de un centro de entrenamiento para perros en septiembre de 2013 y requería atención veterinaria urgente. La osa estaba tan traumatizada que cada vez que escuchaba a un perro ladrar empezaba a temblar y se ponía extremadamente nerviosa.
«Nuestra organización se enteró de Masha y trató de rescatarla, pero la escondieron de nosotros. Sin embargo logramos salvarla», dijo Vladimir Kostyuchenko, guardia de Nadiya.
El pobre animal fue trasladado al santuario de rehabilitación sin cola porque un perro se la arrancó en un ataque. Tenía una pesada cadena en el cuello y sus patas sangraban por las heridas sufridas.
«El dueño del centro de entrenamiento dañó intencionalmente las patas de Masha para que no pudiera defenderse de los perros», dijo Kostyuchenko.
Aunque el uso de osos como carnada está oficialmente prohibido en Ucrania, los animales salvajes siguen siendo utilizados como objetos de entrenamiento en centros caninos ilegales porque la ley del país no establece un procedimiento legal claro para imponer un castigo a la crueldad animal.
Masha, Olya y otros tres osos rescatados, Gorshyk, Yulya y Nastya, quienes encontraron un refugio seguro en el centro de rehabilitación, vivirá en resto de sus vidas en paz.
Los guardianes del santuario diseñaron condiciones similares a los del hábitat natural de los osos para que puedan incluso hibernar en el invierno.
Para obtener alimento, los osos deben mostrar su inventiva pues su comida, integrada por fruta, pescado y miel, no les es servida por los guardianes, sino que se les oculta en el hábitat cercado para que ellos la encuentren.
El Centro Nadiya coopera de manera estrecha con la organización internacional de protección animal Four Paws (Cuatro patas) y las autoridades ucranianas para rescatar a osos de sitios ilegales en donde los animales son objeto de crueldad.