Turquía está lista para recibir a otros 200 inmigrantes deportados el miércoles desde islas griegas, dijo un alto funcionario gubernamental, mientras sigue adelante con un controvertido acuerdo con la Unión Europea para cerrar la principal ruta de migración ilegal hacia Europa. Un primer grupo de 202 migrantes, mayormente paquistaníes y afganos, fue enviado de vuelta a Turquía el lunes bajo un acuerdo en virtud del cual Ankara recibirá de vuelta a refugiados que crucen el Mar Egeo para entrar ilegalmente a Grecia.
A cambio, la Unión Europea recibirá a miles de refugiados sirios directamente desde Turquía y le entregará dinero al país, dará la posibilidad de que los turcos viajen sin visa por Europa e intentará avanzar las negociaciones de membresía de Ankara al bloque.
«Este acuerdo impedirá que el Mar Egeo se convierta en un cementerio para los migrantes», dijo el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, en el Parlamento sobre un acuerdo para disuadir a los migrantes de intentar realizar los peligrosos cruces oceánicos ilegales.
El pacto es criticado por agencias de ayuda a refugiados y activistas de derechos humanos, que lo consideran inhumano, cuestionan su legalidad y afirman que Turquía no es un país seguro para los refugiados.
El primer grupo de refugiados devueltos desde Grecia llegó el lunes a Dikili, en la costa de Turquía, desde las islas griegas de Lesbos y Chios.
Ahí fueron ingresados a buses escoltados por gendarmes hacia un centro de «recepción y remoción» en un complejo cercado en la ciudad de Kirklareli, cerca de la frontera con Bulgaria, donde se prevé que la mayoría sean enviados de vuelta a sus países de origen.
«Recibiremos a gente a través de Dikili nuevamente mañana. Recibiremos a alrededor de 200 migrantes irregulares», comentó un funcionario del Gobierno turco, que solicitó el anonimato debido a que los planes aún no son públicos.