El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó el viernes por la mañana a Londres para reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, a dos días del referéndum independentista en Crimea, que podría unirse luego a Rusia.
La Casa Blanca ha advertido claramente que las conversaciones entre Kerry y Lavrov en Londres suponen para Moscú la última oportunidad para evitar nuevas sanciones norteamericanas.
Será la cuarta vez en una semana que John Kerry y Serguei Lavrov se reúnen para conversar sobre la crisis ucraniana, después de infructuosos encuentros en París y Roma.
El funcionario estadounidense tenía previsto reunirse con el primer ministro británico, David Cameron, y su homólogo británico, William Hague, antes de hacerlo con Lavrov para tratar de disuadir a Moscú de anexionar la península.
«Vamos a presentar, en el marco de una Ucrania unificada y soberana, la mejor oferta posible para una ‘desescalada’ que sea aceptable para el pueblo ucraniano, y ver si Rusia está dispuesta a aceptar esta oferta», dijo un alto responsable del Departamento de Estado que viaja con Kerry.
Antes de abandonar Washington el jueves por la noche, John Kerry mantuvo una nueva conversación telefónica con Lavrov y le advirtió de que «Rusia tendrá que pagar un coste si continúa alimentando» la tensión.
Ante una comisión del Senado, Kerry advirtió que Estados Unidos está dispuesto a tomar «el lunes una serie de medidas muy serias» contra Moscú en respuesta al referéndum convocado este domingo en Crimea, paso previo a su reunificación con Rusia, a la que perteneció hasta 1954.
LONDRES, (AFP)