Pese a contar con varias pruebas contundentes de actos de antisemitismo cometidos bajo las nuevas autoridades ucranianas, Washington sigue creyendo que esto «no es un fiel reflejo» de lo que está sucediendo en el país.
Ira Forman, enviado especial de la Administración de Barack Obama para los temas de antisemitismo, prefiere no hacer caso a las afirmaciones de Rusia que advierte que los nacionalistas ucranianos que actualmente llegaron al poder incitan al odio a los judíos, informa el periódico israelí ‘Haaretz’.
«No tenemos ninguna indicación de que lo que dice el presidente Putin sobre el antisemitismo sea un fiel reflejo de lo que está ocurriendo en realidad», manifestó el principal especialista en temas de antisemitismo de la Casa Blanca en una entrevista publicada en ‘The Jewish Daily Forward’.
Mientras tanto, los líderes de partidos y agrupaciones radicales que jugaron un papel destacado en la crisis ucraniana no tratan de maquillar su xenofobia. Así, los miembros del partido nacionalista Svoboda, la cuarta fracción más importante en el Parlamento, sostienen que la palabra ucraniana correcta para un judío era ‘zhyd’, que en realidad es un término despectivo y humillante. Por su parte el líder de Svoboda, Oleg Tiagnibok, en un discurso de 2004 llamó a sus seguidores a luchar contra la «mafia moscovita-judía».
Cabe señalar que uno de los principales ideólogos y autoridad indiscutible del nacionalismo ucraniano es Stepán Bandera, figura que durante la Segunda Guerra Mundial colaboró con la Alemania nazi contra Rusia y cuyas tropas fueron responsables del asesinato de miles de judíos, según el Centro Simon Wiesenthal que investiga a los criminales de guerra nazis y sus respectivas actividades.
Este jueves el Ministerio de Exteriores ruso reprobó a Occidente por olvidar sus propios principios y valores fundamentales al tolerar y apoyar líderes ucranianos que promueven ideas «racistas, antisemitas y xenófobas».