Los gobiernos estatales de todo Estados Unidos analizan cada vez más el uso de drones para todo tipo de problemas viales, desde la inspección de puentes hasta la agilización del tráfico después de accidentes.
Un total de 33 estados han estudiado o usado drones, ayudado a desarrollar políticas para su uso o colaborado en investigación de esta tecnología, según un nuevo estudio realizado por la American Association of State Highway and Transportation Officials (Asociación de Funcionarios de Carreteras Estatales y del Transporte de Estados Unidos). Esta organización representa a los departamentos de transporte en los 50 estados, Washington, D.C., y Puerto Rico.
Los funcionarios a cargo del transporte en el estado de Michigan están listos para comenzar un estudio de dos años. Minnesota ha probado un dron para ayudar a las inspecciones de seguridad en puentes. Vermont ha utilizado subsidios federales para estudiar el uso de drones para controlar las inundaciones fluviales y calcular cuánto material se necesita para reparar carreteras.
En Massachusetts, un grupo también ha estado analizando los pros y contras de estas aeronaves, ya sea para usarlas contra amenazas potenciales o para la supervisión de proyectos de construcción.
El estudio de Michigan es parte de un plan de largo plazo. En 2014, los funcionarios de transporte estatales realizaron un estudio con el Instituto de Investigación Tecnológica de Michigan que concluyó que los drones son potencialmente útiles para varias tareas relacionadas con el transporte, desde la evaluación de puentes hasta la vigilancia del tráfico, así como el procesamiento de datos térmicos y la inspección de espacios confinados.
El primer estudio determinó que los drones son seguros, fiables, menos costosos y ayudan a alejar a los trabajadores del peligro, dijo Steven Cook, un ingeniero del Departamento de Transporte de Michigan.
«Una inspección tradicional de puentes, por ejemplo, implica por lo general la creación de zonas de trabajo, desvíos el tráfico y el uso de maquinaria pesada», agregó Cook en un comunicado. Los drones, en cambio, «pueden venir y partir rápidamente».
Los funcionarios de Michigan calculan que una inspección estándar de un puente tarda unas ocho horas, con un equipo de cuatro personas y equipo pesado a un costo de alrededor de 4.600 dólares. La misma inspección con un dron necesita dos personas en apenas dos horas, a un costo de alrededor de 250 dólares.