Grecia seguía evacuando el sábado a algunos cientos de los mas de 11.500 migrantes que están bloqueados en la frontera con Macedonia, mientras se confirma la tendencia a la baja de la llegada a las islas griegas de refugiados provenientes de Turquía.
Ocho autobuses trasladaron el viernes a unos 400 migrantes desde el campo de Idomeni hacia centros de acogida de la región, y otros tres autobuses partieron este sábado, precisó la policía local.
Más autobuses esperaban para trasladar a aquellos migrantes que acepten abandonar el campamento, en su mayoría familias con niños que ya no soportan las condiciones de vida en Idomeni.
Janger Hassan, de 29 años, proveniente del Kurdistán iraquí, quien está en el campo desde hace un mes con su esposa y sus hijos pequeños, piensa que aceptará irse.
«No hay nada que hacer aquí. Los niños se enferman. Las cosas están mal, desde hace dos días hay viento, a veces llueve», cuenta a la AFP.
Otros, como la iraquí Fatima Ahmed, no pierden la esperanza de que la ruta de los Balcanes se vuelva a abrir.
«La gente que no tiene esperanzas o no tiene dinero tal vez se vaya. Pero yo tengo la esperanza de que las cosas mejoren mañana o incluso hoy», afirmó esta mujer, acompañada por sus tres hijas. Fatima Ahmed también tiene un hijo de 13 años que ya está en Alemania.
Desde el cierre de la frontera macedonia el 7 de marzo, miles de personas viven hacinadas en el campo de Idomeni. Según datos oficiales, en la mañana del sábado había 11.603 personas.
Organizaciones humanitarias han denunciado las duras condiciones en las que subsisten los migrantes en tiendas de campaña en el lodo.
El ministro del Interior griego Panagiotis Kouroublis llegó a calificar al campo de Idomeni de «Dachau de los tiempos modernos», refiriéndose al campo nazi del sur de Alemania que luego sirvió de modelo para los otros campos de la muerte, desde Treblinka a Buchenwald, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
«A partir del lunes, los esfuerzos (de evacuación) se van a intensificar», según el portavoz del servicio a cargo de la coordinación de la política migratoria, Giorgos Kyritsis. Según él, los centros de acogida tendrán lugar para 30.000 personas más dentro de 20 días.