Argentina dispuso este martes reforzar el operativo de seguridad previsto para la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, miércoles y jueves, luego de los ataques ocurridos en Bélgica, dijo una fuente gubernamental. «Se ha puesto en nivel de alerta mayor a todas las fuerzas de seguridad en función de lo que acaba de suceder en Bélgica», dijo el ministro de Medios Públicos, Hernán Lombardi, a Radio La Red al término de una reunión de gabinete que encabezó el presidente Mauricio Macri.
Este martes sendas explosiones en el aeropuerto y el metro de Bruselas dejaron al menos una treintena de muertos y unos 200 heridos.
Los ataques se produjeron tras la detención el viernes en Bruselas de Saleh Abdeslam, principal sospechoso de los ataques terroristas de París en noviembre del año pasado.
Barack Obama llegará a Buenos Aires pasada la medianoche del martes y permanecerá en Argentina hasta el jueves cuando pasará unas horas de descanso en la ciudad de San Carlos de Bariloche, una villa turística 1.600 km al sur de Buenos Aires.
Ambos mandatarios se reunirán en la Casa Rosada el miércoles, donde ofrecerán luego una conferencia de prensa.
Después Obama asistirá a la Catedral, ubicada frente a la sede gubernamental, para un homenaje al libertador General José de San Martín, cuyos restos descansan en la basílica.
El gobierno dispuso un amplio cerco de seguridad en torno a la histórica Plaza de Mayo con restricción total de tránsito y suspensión del servicio de metro en las estaciones cercanas al paseo.
Por la tarde está previsto un encuentro de Obama con jóvenes emprendedores argentinos en un centro cultural del barrio porteño de La Boca y por la noche una cena de honor en el Centro Cultural del Bicentenario, a pocos metros de la sede gubernamental.
La seguridad también será reforzada en Bariloche, donde Obama, donde pasará junto a su esposa, suegra e hijas unas horas de descanso en el lujoso hotel Llao-llao, enclavado entre las montañas y rodeado de lagos con una vista privilegiada de la precordillera de los Andes.
Ese histórico edificio que perteneció a Parques Nacionales alojó también a otros dos presidentes estadounidenses en sus visitas de Estado, Dwight Eisenhower en 1960 y Bill Clinton en 1997.