Unos 1.300 policías y militares fueron movilizados al departamento de Escuintla, al sur de Guatemala, para hacer frente a la criminalidad, que ha convertido esa zona en una de la más violenta del país, informó este martes el presidente Otto Pérez.
Los uniformados, apoyados por vehículos y camiones blindados, montaron retenes para revisar las unidades de transporte que circulan por esa región, sobre el Pacífico, como parte de las medidas.La semana pasada, en una carretera de Escuintla, fueron encontrados los cadáveres de seis personas en el interior de un vehículo, supuestamente asesinadas en ajuste de cuentas entre narcotraficantes rivales.
El mandatario comentó que las fuerzas de seguridad permanecerán desarrollando su labor en Escuintla por tiempo indefinido.Escuintla es el segundo departamento con mayor incidencia criminal después de la capital guatemalteca (centro), según datos de la cartera del Interior.
Guatemala vive una ola de violencia que deja unos 17 muertos diarios, uno de los índices más altos de Latinoamérica.
CIUDAD DE GUATEMALA, (AFP)