El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llega a Cuba este domingo, pocos días después de que se cumplieron 20 años de la proclamación de la Ley Helms Burton, que recrudeció el bloque económico y financiero impuesto por el país norteamericano contra la mayor de las Antillas.
Esta legislación, titulada formalmente como «Ley de Libertad y Solidaridad Democrática con Cuba», prohibe a terceros países la venta a Estados Unidos de productos con componentes cubanos, así como la comercialización al país caribeño de artículos con partes estadounidenses.
La visita de Obama a Cuba se enmarca en el proceso de acercamiento, iniciado por los mandatarios de ambos países el 17 de diciembre de 214, momento desde que el mandatario norteamericano ha reconocido en diferentes oportunidades el fracaso de la política hostil de la Casa Blanca contra el pueblo cubano.
Aun cuando Obama se ha manifestado «en contra» de las acciones de su país para con La Habana, en los más de siete años de su gestión, EE.UU. ha impuesto 49 multas por más de 14 mil millones de dólares a países e instituciones que han colaborado con Cuba.
Hasta ahora, el Ejecutivo estadounidense ha eliminado a Cuba de la lista de países terroristas, también comenzó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales, se autorizó el uso del dólar en las transacciones del país caribeño con el mundo y, poco a poco, se avanza en un camino de acercamiento estrecho entre ambos países, no obstante, quedan varios asuntos pendientes; el más importante: el bloqueo, no solo demandado por Cuba, sino por el mundo.
En primer lugar, el Gobierno de Cuba ha asegurado que para que pueda haber una normalización de las relaciones, es necesario el levantamiento del bloqueo económico y financiero.
Así mismo el Gobierno cubano exige la desocupación de los terrenos donde se encuentra de manera ilegal la base naval estadounidense de Guantánamo.