Las infecciones de VIH han ascendido vertiginosamente en los últimos años en Filipinas, donde se producen especialmente entre el sector más joven del país debido a una falta generalizada de concienciación con respecto a la enfermedad.
En el último lustro, el número total de personas que han contraído el virus en este país prácticamente se ha multiplicado por cuatro y ha pasado de unas 8.400 en enero de 2011 a las cerca de 32.000 para enero de 2016, según datos del Registro de VIH/Sida (HARP, sus siglas en inglés) del Ministerio de Salud local.
La rápida expansión del VIH en Filipinas se refleja también en la cifra de nuevas infecciones que se están produciendo cada año: en todo el 2001 fueron 174, un número que salta a más de 6.500 de enero a octubre de 2015.
Solo el pasado mes de enero, 804 filipinos contrajeron el VIH, lo que supone más de una infección nueva por hora.
Los datos recopilados por el Gobierno de Filipinas rebelan además que desde 2010, la abrumadora mayoría de las infecciones del virus del sida -alrededor del 80 por ciento- se producen a través del contacto sexual entre dos hombres, muchos de ellos de entre 15 y 34 años de edad.
La situación ha suscitado el surgimiento en paralelo de organizaciones que tratan de frenar un mayor desarrollo de la epidemia del VIH, un virus que hasta hace poco había pasado casi desapercibido en Filipinas.
Una de estas organizaciones es Love Yourself (Quiérete), que ofrece pruebas del VIH gratuitas a todo el que se acerque por sus oficinas, situadas estratégicamente cerca de la estación de tren de Buendía, en pleno centro de Manila y una de las más concurridas de la capital.
«Love Yourself está dirigido especialmente a ese grupo de hombres jóvenes homosexuales que cree que puede estar infectado del virus y no sabe a dónde dirigirse, y son muchos los que hoy en día se encuentran en esa situación», explica a Efe Neil Calizo, gerente de la organización.
Calizo, de 28 años, creó Love Yourself en junio de 2011 junto a otros seis amigos que, cansados de ver como demasiados de sus amigos sucumbían al VIH, decidieron movilizarse.
«Hemos visto como muchas de nuestras amistades morían de sida por no acudir al médico, por miedo a saber qué les pasaba y, por supuesto, por miedo al estigma que hay alrededor de esta enfermedad», asegura.
Enfermero de profesión, Calizo piensa que el principal problema de la lucha contra el virus del sida es la ausencia de educación que hay en su país con respecto a la enfermedad y la consecuente falta de concienciación.
«No hay ningún tipo de programa en el sistema educativo que informe a los jóvenes, y sobre todo que cree conciencia de lo importante que es utilizar protección durante las interacciones sexuales», explica el gerente de Love Yourself, que recibe una media de 65 personas al día dispuestas a hacerse las pruebas del VIH.
«Por eso -añade- entre otras actividades nos dedicamos a ir a colegios y también a empresas a dar discursos sobre lo importante que es que se protejan».
El VIH en Filipinas se está cebando especialmente con los hombres jóvenes homosexuales, apunta Calizo, por el hecho de que normalmente tienen varias parejas con las que practican sexo regularmente.
Filipinas, además, es un país extremadamente católico en el que los valores conservadores tienen gran peso, por lo que los métodos de protección no están todo lo disponibles que deberían.
«La distribución de condones gratuitos tampoco es muy común aquí -señala-, y ese es otro problema añadido al asunto del VIH«.
Sin embargo, por encima de la educación sobre el virus del sida y del uso de los preservativos, para el representante de Love Yourself la mejor arma para luchar contra la enfermedad es, como indica el nombre de la organización, el amor propio.
«Lo más importante es que los jóvenes aprendan a quererse a sí mismos. Cuando eso suceda empezarán a cuidarse más y seguro que el número de infectados disminuye», concluye Calizo.