El enviado especial de la ONU para Siria concluye este viernes una primera semana de negociaciones en Ginebra reuniéndose sucesivamente con el régimen y la oposición, que quiere «avanzar rápido» y abordar la cuestión central de la puesta en marcha de una transición política. Tras recibir a la delegación de Damasco a media mañana y después a la del Alto Comité de Negociaciones (ACN, oposición), Staffan de Mistura se habrá reunido en total tres veces con cada bando a lo largo de esta semana.
Para la oposición ya es hora de entrar a debatir la cuestión central: las modalidades de una transición política rápida para poner fin a un conflicto sangriento que esta semana entró en su sexto año.
«Queremos avanzar rápido. Queremos evitar un proceso que se quede atascado», insistió el jueves Bassma Kodmani, una representante del ACN, tras un encuentro con el enviado de la ONU.
Frecuentemente criticado por sus divisiones, su organización caótica y su legitimidad, el ACN, que reagrupa a políticos y representantes de los grupos armados, ha rediseñado su estrategia y quiere presentarse como un «socio serio» en las discusiones.
La oposición entregó el jueves un «memorando detallado» sobre su visión del órgano de transición que supuestamente deberá ponerse en marcha en seis meses, preparar una nueva constitución y elecciones en 18 meses.
«Hemos mantenido discusiones sustanciales sobre la transición política», aseguró De Mistura, declarándose «impresionado por la preparación» de la oposición. «Espero conseguir la misma claridad por parte del gobierno», añadió el diplomático italo-sueco.
El formato de órgano de transición constituye uno de los principales puntos de bloqueo. Para la oposición, debe excluir al presidente Bashar al Asad mientras que para el régimen la transición debe ser conducida por un gobierno abierto a los opositores, pero siempre bajo la autoridad del actual presidente.
Brecha «importante»
El enviado de la ONU admitió el jueves que la brecha entre los bandos es «importante» pero consideró que ambos están de acuerdo sobre principios cruciales como «la unidad y la integridad del país».
De hecho, el régimen y la oposición rechazaron unánimemente el anuncio de los kurdos sirios sobre el establecimiento de un sistema federal para las zonas del norte del país bajo su control.
Actores indispensables en la crisis siria, los kurdos controlan actualmente el 14% del territorio sirio (26.000 km2) y tres cuartas partes de la frontera sirio-turca., Sin embargo no están incluidos en las negociaciones en Ginebra por la oposición tajante de Turquía, que ve a su partido, el PYD, como una extensión del «terrorista» PKK (kurdos turcos).
Sobre el terreno, la tregua impuesta el 27 de febrero por Moscú y Washington se mantiene pese a algunas violaciones esporádicas. Los últimos tres días han sido «sorprendente tranquilos», afirmó De Mistura, que pese a ello lamentó la «lentitud» del progreso de la distribución de la ayuda humanitaria.
Un grupo de trabajo auspiciado por la ONU presentó el jueves una proposición a Siria para hacer llegar ayuda a un millón de sirios bajo asedio antes de finales de abril, aunque el jefe de este grupo, Jan Egeland, reconoció que la puesta en marcha de ese plan dependía fundamentalmente de Damasco.
De Mistura afirmó el jueves que la cuestión de los presos políticos decenas de miles de personas era asimismo una de sus prioridades. «También está la cuestión de los secuestros», añadió, en referencia los grupos rebeldes, y precisó que el número de detenidos por el régimen es «muchísimo mayor».