El metro de Washington cerrará en su totalidad este miércoles, para realizar inspecciones de emergencia luego de un incendio en un túnel, anunciaron las autoridades, en una medida sin precedentes que amenaza con causar desórdenes en la capital estadounidense. «Vamos a suspender el servicio de trenes por 24 horas para inspeccionar 600 cables de corriente subterráneos», dijo el gerente general de la autoridad metropolitana de transporte WMATA, Paul Wiedefeld, en una rueda de prensa el martes.
En total, las seis líneas del metro y sus 91 estaciones estarán cerradas el miércoles, específicamente desde la medianoche del martes hasta las 05H00 del jueves.
La medida, excepcional e inédita en la capital estadounidense, fue tomada tras el incendio el lunes de un cable eléctrico, que paralizó parte de la red, sin provocar víctimas.
«Aunque el riesgo para el público es muy bajo, no puedo descartar una potencial amenaza de seguridad y por eso debemos tomar esta acción inmediatamente», dijo Wiedefeld, reconociendo que la medida es «impopular».
La medida busca evitar la repetición de un accidente fatal ocurrido el año pasado en la capital estadounidense.
En enero de 2015, una estación del metro de Washington se vio inundada de humo. Una mujer murió y decenas de personas quedaron heridas en el incidente, que termino de sepultar la mala imagen de la red, criticada frecuentemente por sus retrasos.
Aunque los autobuses funcionarán de manera normal el miércoles, y más unidades serán destinadas a las escuelas, el cierre del transporte subterráneo amenaza con causar interrupciones masivas en el transporte capitalino.
El jefe de la junta de WMATA, Jack Evans, reconoció que la decisión ocasionará «mucha congestión».
«Pero la seguridad es lo más importante y debemos llegar al fondo de esto», añadió.
El sistema de transporte de Washington, el más concurrido de Estados Unidos después de Nueva York, es utilizado por unos 700.000 viajeros diariamente, en Washington y los suburbios en Maryland y Virginia.
En medio de una gigantesca tormenta de nieve en enero, las autoridades tomaron la decisión de cerrar el sistema de trenes y autobuses por tres días, posiblemente el mayor cierre en el casi medio siglo de historia del metro de Washington.