La socialista moderada Michelle Bachelet inicia el martes un nuevo gobierno en medio de las mayores expectativas de las últimas dos décadas, al prometer a los chilenos ambiciosas reformas económicas y sociales, incluida una educación pública gratis para todos.
En las elecciones obtuvo el 62% de los sufragios, apoyada por cuatro colectividades de centroizquierda, más el Partido Comunista, y dos movimientos menores, agrupados en la Nueva Mayoría.Bachelet planea financiar los cambios educacionales con una alza a los impuestos de las empresas; redactar una nueva Constitución y disminuir la gran desigualdad en la sociedad chilena, pero enfrentará una desaceleración económica y la presión de los estudiantes que no le darán una «luna de miel», según declaró a The Associated Press Naschla Aburman, líder de los estudiantes de la Universidad Católica.
El nuevo ministro de Hacienda, Alberto Arenas, dijo que, «el nuevo gobierno recibe una herencia de la actual administración (del centroderechista Sebastián Piñera) de una economía desacelerada, una herencia de crecimiento bajo, las cifras así lo indican».Aunque tendrá mayoría en ambas cámaras del Congreso para aprobar el alza de tributos, no le alcanza para modificar a fondo la ley de enseñanza ni para impulsar una nueva Constitución, lo que la obligará a negociar con la oposición conservadora.
Los líderes estudiantiles universitarios, que iniciaron marchas multitudinarias el 2011 por mejoras educacionales, advirtieron que estarán pronto en la calle, aunque también mostraron su disposición a un diálogo político transparente.»La urgencia de la crisis educacional que estamos viviendo no permite marchas blancas», dijo Aburman.Otro de sus desafíos son disminuir la desigualdad salarial, aumentar la producción energética, cuta estrechez está retrasando inversiones mineras, en un país que es el mayor productor mundial de cobre.
VALPARAISO, Chile (AP)