La concentración de ozono se ha situado en 194 puntos, casi el doble de los 100 puntos que según estándares internacionales se consideran el máximo aceptable.
Las autoridades de la Ciudad de México decretaron el lunes una alerta medioambiental por la mala calidad del aire, con altos niveles de ozono, una medida que no se activaba desde 2005.
Según informa la Comisión Ambiental en un comunicado, se ha activado en la capital y el circundante Estado de México la «fase I de contingencia» una medida que restringe la circulación de ciertos vehículos y algunas actividades industriales contaminantes.
Además, las autoridades recomiendan a los ciudadanos que limiten sus actividades al aire libre, sobre todo las deportivas, y que los niños, mayores y personas con problemas respiratorios permanezcan en interiores.
La comisión explica en un comunicado que hay «un incremento extraordinario de la concentración de ozono» debido a la «extrema estabilidad atmosférica asociada a un sistema de alta presión» que ha afectado al centro del país en los últimos tres días y se ha unido a una «intensa radiación solar» que ha prevalecido durante la mayor parte del lunes.
La concentración de ozono se ha situado en 194 puntos, casi el doble de los 100 puntos que según estándares internacionales se consideran el máximo aceptable. El exceso de ozono en el aire puede producir irritación en las vías respiratorias, molestias graves en personas con problemas respiratorios y cardiovasculares y riesgo de activación de ataques en personas asmáticas.
La alerta medioambiental de Fase I se activó la última vez en enero de 2005 y solo por unas horas, aunque en aquel momento fue por exceso de otros contaminantes y no por ozono. Según los registros de las autoridades de la Ciudad de México, que detallan los casos de mala calidad del aire desde 1998, desde esa fecha no se ha activado nunca la fase II, de mayor gravedad y que implica, entre otras medidas, la suspensión de actividades en escuelas y oficinas públicas.