Un grupo de diez estudiantes que se escaparon de clases para divertirse y tomar supuestamente alcohol y consumir drogas, fueron encontrados por agentes del orden en una piscina en las afueras de la ciudad de Chinandega.
Entre el grupo había tres mujeres de 13 y 14 años. Los chavalos vestían el uniforme escolar y portaban las famosas mini mochilas con ropa civil y un escaso cuaderno. Los primeros padres que llegaron a la estación policial convocada por investigadores de Auxilio Judicial, estaban sorprendidos pues, pensaban que sus muchachos estaban en la escuela.
El comisionado Luis Alberto Aguirre jefe de la Dirección de Armas Explosivos y Municiones DAEM, dijo que aunque los jóvenes no consumían licor, cerca de ellos estaba una botella de ron, «además en la mochila de uno de los jóvenes encontramos pequeñas bolsitas de marihuana, por lo que decidimos trasladarlos a la unidad policial para que fueran entregados a sus padres que los hacían en clase», afirmó. «El grupo se andaba bañando y llegaron tres policías de civil, me requisaron y halló eso, sinceramente no es mío», dijo el joven de 17 años que aparentemente tenía marihuana en su mochila.
Otros de los sitios visitados por los estudiantes en horas de clase, es el Parque Central ubicado frente a la Policía, donde en reiteradas ocasiones los estudiantes han sido cachados en tremendo relajo y enamoramientos.
Pero eso no es todo, aquí los vendedores ambulantes aprovechan para vender sus productos novedosos, a buen precio y al gusto de los chavalos, como las pipas y los papelillos de sabores provenientes de Guatemala, utilizados para envolver los cigarrillos y hasta la misma marihuana.
Las autoridades policiales y la comunidad educativa trabajan en un plan de seguridad escolar con la responsabilidad social compartida para cambiar el comportamiento de los chavalos y chavalas para que en esta etapa dura de la vida no tomen decisiones equivocadas, por lo que hicieron el llamado a los padres de familia a tener mayor control sobre lo que hacen sus hijos.
Belkiss Medina
