El mercado de los bienes raíces, específicamente en la industria turística es atractivo para nacionales y extranjeros, así lo declaró en entrevista Raúl Calvet, pionero de este tipo de negocios en Nicaragua.
Estamos empezando nuevamente a subir en una etapa de ascenso. Todos los ciclos de bienes raíces tienen una etapa de ascenso, una de maduración y una caída. Lo importante es que la etapa de ascenso no sea muy aguda y que la de maduración sea lo más larga posible, mencionó el experto.
Para Calvet el comprador nicaragüense es ahora más educado y detallista, es por eso que las empresas urbanizadoras ofrecen productos de mayor calidad y con precios diversos.
En los últimos diez años se ha abierto espacios para inversiones de rentabilidades medias que son más sanas, que presentan mucho menor riesgo y que para un inversionista más conservador presenta las mismas oportunidades que cualquier otro país de la región, agregó.
Calvet recuerda que antes de 2008, el mercado de los bienes raíces atravesaba un bache bastante fuerte que poco a poco ha ido tapándose gracias a la sinergia entre Gobierno y empresarios privados, más la promoción que agencias como Calvet & Asociados realizan en el exterior.
Todo el mundo tiene que regirse por las normas. Deben obtener sus permisos en términos inmobiliarios. En términos de hotelería, hay que cumplir los requisitos que manda la ley. Ya no es tan tropical como antes, pero en términos profesionales y de desarrollo de país es mucho mejor, finalizó Calvet.
El empresario compara Managua, por ejemplo, con ciudad de Panamá y asegura que la capital de Nicaragua ofrece hoteles a precios más altos, pero con mayor demanda, alcanzando un 82 % de ocupación; algo de lo cual la capital canalera no goza.