El Vaticano reanuda el próximo lunes el controvertido juicio contra cinco personas, entre ellas dos periodistas italianos y un cura español, acusadas ??de divulgar documentos confidenciales sobre la malversación de fondos y el despilfarro en la Santa Sede, informó este lunes la Santa Sede. Una sesión privada, a puerta cerrada, fue organizada el sábado con expertos y jueces, sin la presencia de los acusados, durante la cual se examinarán una serie de asuntos técnicos.
El juicio propiamente dicho, con los acusados presentes, se reanudará el 14 y 15 de marzo, precisó a la AFP el portavoz adjunto de la Santa Sede, Greg Burke.
El prelado español Lucio Ángel Vallejo Balda, de 54 años, quien se encuentra en detención domiciliaria en el Vaticano, la consultora italiana Francesca Immacolata Chaouqui, de 34 años, y un colaborador de Vallejo, Nicola Maio, de 37 años, han sido acusados de haber formado una «asociación criminal» con el fin de divulgar noticias y documentos confidenciales a los que tenían acceso gracias al propio cargo en el Vaticano.
Los dos periodistas, los italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de sendos libros sobre la corrupción en la Curia Romana, lanzados el 5 de noviembre pasado, han sido acusados ??de «divulgación ilícita» de documentos confidenciales.
Se trata de la primera vez que el Estado más pequeño del mundo procesa a dos periodistas, lo que ha sido calificado por la prensa italiana de «nueva Inquisición».
La divulgación de documentos reservados «contra la seguridad del Estado» es un delito introducido por el papa Francisco en julio del 2013 y es castigado con una pena de 4 a 8 años de cárcel.
El juicio fue interrumpido a finales de noviembre, para permitir a los jueces recoger y estudiar diversos documentos y aclarar el papel de los acusados.
En noviembre, el abogado de Chaouqui obtuvo que presente como testigo a su favor al número dos de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado.
Al contrario de cuando estalló en 2012 el escándalo de ‘Vatileaks‘, bajo el pontificado de Benedicto XVI, los documentos no fueron robados del escritorio del pontífice por su mayordomo sino que provienen de las personas designadas por el mismo papa Francisco para reformar las finanzas.
El juicio afecta indirectamente a Francisco, comprometido en una difícil reforma de la Curia, la maquinaria central del Vaticano, involucrada en escándalos por corrupción y abuso de poder.
Según medios italianos, el papa quiere llegar a un veredicto rápidamente, tal como lo permiten las leyes del Vaticano.
Francisco considera negativo juzgar a dos periodistas que ?defienden su política de apertura y modernización de la institución, un hecho que además viola la libertad de prensa que se garantiza en Italia.