Un gobernador regional pidió al gobierno de Grecia que declare el estado de emergencia en la zona próxima al paso fronterizo de Idomeni donde miles de migrantes están varados por las restricciones fronterizas en los países de la ruta hacia el occidente de Europa.
Apostolos Tzitzikostas, gobernador de la región griega de Macedonia Central, dijo que hay entre 13 mil y 14 mil personas atrapadas en Idomeni mientras que entre 6,000 y 7,000 están albergadas en campos de refugiados de la región. Eso significa que la zona tiene como 60% del total de migrantes en el país.
Es una enorme crisis humanitaria. Le he pedido al gobierno declarar la zona en estado de emergencia, dijo Tzitzikostas durante una visita a Idomeni para entregar apoyo a la Cruz Roja y otras organizaciones no gubernamentales. Esto no puede continuar por mucho tiempo más.
Desde hace unos días la vecina República de Macedonia permite sólo la entrada a su territorio de pequeños grupos de refugiados sirios e iraquíes alegando restricciones similares en los países más al norte en la ruta migratoria. Estas medidas han ocasionado un enorme cuello de botella en Grecia cuya proximidad de sus islas con las costas turcas la han convertido en el punto de entrada preferido por los refugiados y otros migrantes en busca de una mejor vida en Europa.
El campo de refugiados en Idomeni tiene capacidad para unas 2,000 personas y se ha sobrepoblado radicalmente con personas que llegan todos los días y montan pequeñas carpas a lo largo de las vías del tren junto al campo y se esparcen en las zonas circundantes.
Cientos de hombres, mujeres y niños llegan diario después de caminar más de 15 kilómetros de una estación cercana de gasolina en la que se montó un campo improvisado. Las autoridades griegas han intentado desmotivar la llegada de más personas con el cuello de botella pero muchos prefieren esperar en la frontera que en otros campos de refugiados cercanos con la esperanza de lograr formarse en la enorme fila para cruzar.