El Gobierno de Colombia restableció el jueves la autorización para que los negociadores de las FARC ingresen a sus campamentos en las selvas y montañas del país sudamericano y expliquen exclusivamente a sus combatientes los avances del diálogo de paz que se lleva a cabo en Cuba.
El Gobierno había ordenado suspender las visitas el 18 de febrero, después de que cuatro negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) procedentes de La Habana ingresaron al pueblo de El Conejo, en el extremo norte del país, y escoltados por guerrilleros armados y uniformados asistieron a un acto político con población civil.
El presidente Juan Manuel Santos acusó a las FARC de haber violado los acuerdos establecidos en medio de la negociación que busca acabar con un viejo conflicto que ha dejado más de 220.000 muertos, pero el grupo rebelde lo negó, lo que generó una crisis que se superó con la mediación de Cuba y Noruega.
Después del incidente las partes revisaron y ajustaron los protocolos para las visitas de los negociadores de la guerrilla, que buscan que unos 7.000 combatientes rebeldes estén informados de primera mano del proceso de paz.
«De acuerdo con estrictos protocolos, el Gobierno Nacional autoriza visita de las FARC para pedagogía exclusivamente con sus filas», dijo un comunicado del equipo de paz del Gobierno.
«Los protocolos firmados por las partes no permiten eventos con la población civil ni presencia de medios de comunicación», precisaron los negociadores del Gobierno al anunciar que los sitios de las visitas no serán revelados por seguridad.
Pese a los altibajos en la negociación las partes ya lograron consensos en temas como dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la lucha contra el narcotráfico, la transformación de la guerrilla en un movimiento político, justicia y víctimas, desminado y desaparecidos.
Aunque actualmente discuten lo relacionado con el cese bilateral y definitivo del fuego y la refrendación de los acuerdos, es poco probable que cumplan con la fecha límite del 23 de marzo fijada por Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, para cerrar la negociación y firmar los pactos.