Gobierno salvadoreño anuncia bono para policías y soldados

El presidente Salvador Sánchez Cerén anunció el miércoles que el gobierno salvadoreño entregará un bono trimestral a los policías y soldados involucrados en las tareas de seguridad pública, así como también a los guardia cárceles.

De acuerdo con estudios realizados por el Ministerio de Hacienda, 5,5 millones de dólares serán destinados al bono trimestral de 150 dólares que se entregará a 24.000 elementos de la policía nacional civil, a 13.000 agentes de la fuerza armada que apoyan a la policía en tareas de seguridad y a 1.100 guardias de la dirección de centros penales.

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El movimiento de Trabajadores de la Policía, un sindicato no reconocido por las autoridades, ha realizado masivas marchas para exigir un aumento salarial de 1.000 dólares mensuales, cuatro bonos anuales, mejores condiciones de trabajo en los puestos policiales, equipo adecuado para combatir la delincuencia, reducción del maltrato de las altas jefaturas y jornadas laborales adecuadas.

Pero de todas sus demandas, el gobierno de Sánchez Cerén sólo ha confirmado la entrega del bono y la entrega de 2,3 millones de dólares para reforzar el trabajo logístico y operativo de la policía como la compra de equipos de comunicación.

El mandatario también anunció que apoyará a la Fiscalía General de la República para la contratación de nuevos fiscales que realizarán tareas específicas de los programas de seguridad.

«He tomado la decisión de asignar recursos a la Fiscalía, necesitan 100 fiscales. Vamos a entregarles esos recursos», dijo Sánchez Cerén en conferencia de prensa.

Al menos 6.657 personas fueron asesinadas en 2015 en El Salvador, con un promedio de 104 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, que superó los registros históricos de este pequeño país centroamericano y lo confirmó como uno de los más violentos del mundo.

Las autoridades atribuyen a las pandillas haber asesinado en 2015 a 52 policías, 17 militares, seis guardias de centros penales y a un fiscal.

En lo que va de 2016, las pandillas han asesinado a ocho policías y dos militares, en su mayoría cuando se encontraban de licencia.