Naciones Unidas empezó este lunes a entregar ayuda humanitaria a miles de civiles asediados en Siria, aprovechando el tercer día de una tregua respetada en líneas generales.
El grupo de trabajo (‘task force’) encargado de vigilar la aplicación de la tregua se reunió esta tarde en Ginebra después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que lo auspicia, dijera que se mantiene «globalmente», aunque desde su entrada en vigor el sábado se han observado «algunos incidentes», que espera «no se multipliquen».
Francia había pedido una reunión «sin demora» de esta instancia, al trascender informaciones sobre la continuación de ataques aéreos «contra zonas controladas por la oposición moderada».
Aprovechando esta tregua sin precedentes, diez camiones cargados de ayuda humanitaria (mantas, productos de limpieza, jabón, toallitas higiénicas, pañales) llegaron este lunes a Muadamiyat al Sham, una localidad sitiada por el ejército al suroeste de Damasco, indicó la Media Luna Roja.
Se trata de la primera entrega de ayuda humanitaria desde que empezó la tregua el sábado pasado.
La ONU anunció que el objetivo en los cinco próximos días es entregar ayuda a 154.000 personas que viven en zonas bajo asedio.
Naciones Unidas estima que más de 480.000 sirios viven en zonas sitiadas por el ejército regular, rebeldes o yihadistas del grupo Estado Islámico o Al Qaida.
La ONU advierte
La situación para estos civiles aislados es crítica, y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra’ad Al Hussein, advirtió este lunes que la hambruna puede provocar miles de muertes.
«Los alimentos, los medicamentos y otros productos de ayuda humanitaria de urgencia se ven bloqueados de forma repetida. Miles de personas pueden morir de hambre», dijo el Alto Comisionado.
«La privación deliberada de alimentos está claramente prohibida como arma de guerra. Por extensión, también lo está el sitio» de localidades, añadió.
La tregua concierne al régimen y a los rebeldes «moderados», pero excluye a los grupos yihadistas como el Estado Islámico y el Frente al Nosra, la marca local de la franquicia Al Qaida. El cumplimiento del cese de hostilidades es difícil, ya que Al Nosra está aliado a otros grupos rebeldes en varias regiones del país.
En la madrugada del lunes, rebeldes dispararon cohetes sobre zonas controladas por régimen en la ciudad de Alepo y aviones rusos bombardearon una localidad al sur de Hama, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Otros ataques alcanzaron la parte de la ciudad de Deir Ezor (este) controlada por el EI, agregó el OSDH, y señaló que el número de muertos en las zonas no controladas por el EI bajó drásticamente con la tregua.
Por otra parte, la artillería turca atacó posiciones del EI en la provincia de Alepo, en coordinación con la coalición internacional.
La entrega efectiva de ayuda podría crear de paso un ambiente más propicio para unas conversaciones de paz, tras los intentos fallidos de comienzos de mes.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quiere relanzar las negociaciones el 7 de marzo si el cese de hostilidades continúa y se logra entregar más ayuda a los civiles.
Este lunes, oficiales del Pentágono hablaron con sus homólogos rusos, en el marco de una serie de conversaciones destinadas a evitar errores militares en Siria.
Rusia y una coalición liderada por Estados Unidos realizan campañas militares separadas en la convulsionada Siria, donde Estados Unidos toma como blanco al grupo Estado Islámico y Rusia apoya a las fuerzas del régimen, por lo que existe alto riesgo de colisión aérea u otros accidentes.
«Ambas partes evaluaron medidas para incrementar la seguridad operativa (…), incluyendo medios de evitar accidentes o enfrentamientos no deseados entre fuerzas de la coalición y rusas, dado que ambas partes operan cerca una de la otra», dijo el secretario de prensa del Pentágono Peter Cook en un comunicado.
«Hemos salido a jugar»
En las grandes ciudades de Siria, los habitantes salieron a la calle el domingo después de una noche tranquila para hacer sus compras, aprovechando una calma inusual.
En los barrios rebeldes de Alepo, los alumnos, acostumbrados a caminar pegados a las paredes para evitar los bombardeos, caminaban por el medio de la calle, constataron los corresponsales de la AFP.
«Antes, nuestros profesores nos prohibían salir al patio por culpa de los bombardeos aéreos. Pero hoy hemos salido a jugar», contó a la AFP Ranim, una niña de 10 años residente en el barrio rebelde de Bustan al Qasr.
La calma era total en las inmediaciones de Damasco, y las calles de la capital estaban muy animadas, constataron reporteros de la AFP.
El acuerdo de tregua promovido por Moscú y Washington, apoyado por la ONU, es el primero de este tipo en los cinco años de una guerra que ha causado más de 270.000 muertos y obligado a millones de personas a abandonar sus casas.