El diario del Vaticano, L’Osservatore Romano, evitó este lunes toda polémica con el filme «Spotlight«, vencedor del Oscar a la Mejor Película por su historia sobre la pedofilia en la Iglesia y lo consideró «emocionante» por dar voz al horror y el dolor de las víctimas.
«Queda claro que dentro de la Iglesia hay demasiadas personas que están más preocupadas por la imagen de la institución que por la gravedad del acto», reconoce en un artículo para el diario de la Santa Sede la teóloga Lucetta Scaraffia, al comentar el premio otorgado por Hollywood.
«Nada puede justificar la grave falta cometida por la persona que representa a Dios y que usa su autoridad para abusar de un inocente. Todo ello está bien contado en la película», escribe la columnista.
Se trata de la primera reacción a la victoria del filme, que también fue premiado por el guión, y al pedido lanzado desde la ceremonia al papa Francisco por el director, Tom McCarthy y los productores, para que el pontífice argentino siga combatiendo ese flagelo.
«Hay confianza en un papa que está continuando con la limpieza comenzada por su predecesor desde que era cardenal», comenta Scaraffia.
«El hecho de que en la ceremonia de los Oscar se haya hecho un llamamiento al papa Francisco para que combata este flagelo debe verse como una señal positiva», sostiene.
«Es que no es una película anti-católica», reconoce la columnista.
El diario del vaticano lamenta sólo que el filme no mencione «la larga y tenaz lucha» contra la pedofilia dentro de la iglesia hecha por el cardenal Joseph Ratzinger, cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y tras llegar en el 2005 al trono de Pedro como Benedicto XVI.
«Spotlight» rememora la investigación del diario The Boston Globe para destapar en el 2002 los casos de pedofilia en la Iglesia católica, un escándalo mundial que involucró a la jerarquía de la iglesia estadounidense, y en particular el cardenal Bernard Law, quien escondió de forma sistemática los abusos sexuales cometidos por casi un centenar de curas en Estados Unidos.
Las denuncias de abuso sexual de menores y el posible encubrimiento de esos casos en Estados Unidos afectaron seriamente a toda la Iglesia Católica, sacudida desde el 2010 por los escándalos de pedofilia en Irlanda, Alemania y Reino Unido.
El hecho de que las acusaciones saliesen a la luz animó a muchas otras personas a seguir el ejemplo, provocando un efecto en cadena a ambos lados del Atlántico y a iniciar una serie de juicios reclamando compensaciones económicas, lo que sumió a la iglesia estadounidense en una de sus peores crisis de los últimos decenios.
«La película da voz a los supervivientes de los abusos. Y el Oscar amplifica esa voz, un coro que resuena y llega hasta el Vaticano», dijo Michael Sugar, uno de los productores.
«Papa Francisco es hora de proteger a los niños y restaurar nuestra fe», lanzó desde el palco.
Hace apenas una semana, en el vuelo de regreso de México, Francisco fue rotundo contra los abusos a menores.
«La pederastia es una monstruosidad porque un sacerdote está consagrado para llevar a un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico. Lo destruye», dijo.
«Un obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente, y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia», concluyó.