Un equipo internacional de expertos en genómica y especialistas forenses estudiará los restos del poeta ganador del Premio Nobel, Pablo Neruda, para resolver la causa de su muerte, se informó el miércoles. El poeta socialista falleció durante el caos tras el golpe de estado militar en Chile en 1973 liderado por el general Augusto Pinochet.
Algunas personas especulan que Neruda fue envenenado por agentes de la dictadura.
El cuerpo de Neruda fue exhumado en 2013, pero las pruebas no revelaron agentes tóxicos en sus huesos. Sin embargo, el gobierno chileno señaló en 2015 que «es claramente posible y altamente probable que un tercero» esté involucrado en su muerte, pero advirtió que serían necesarias más pruebas.
Los restos óseos y dentales de Neruda serán analizados por un laboratorio en el Centro de ADN Antiguo de la Universidad McMaster de Canadá, así como el Departamento de Medicina Forense de la Universidad de Copenhague.
El grupo de expertos se enfocará en identificar bacterias patógenas que pudieron haber provocado la muerte del poeta. Los investigadores señalaron que utilizarán técnicas para «extraer, purificar y enriquecer los fragmentos de ADN bacteriano», con la esperanza de producir datos genómicos que ayuden a resolver el misterio de casi 43 años en torno a la muerte de Neruda.
«La búsqueda por la verdad respecto a la muerte del poeta, Pablo Neruda, es un desafío forense. Esperamos que el trabajo del Programa Chileno de Derechos Humanos y los científicos contribuya a la reconciliación entre los distintos grupos de Chile», comentó el genetista forense Niels Morling, director del Departamento de Medicina Forense en la Universidad de Copenhague.
Pablo Neruda fue más reconocido por sus poemas de amor. Pero también fue político de izquierda y amigo del presidente marxista Salvador Allende, quien se suicidó en lugar de rendirse a las tropas durante el golpe de estado encabezado por Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
Neruda, quien tenía 69 años y padecía de cáncer de próstata, quedó traumatizado por el golpe de estado, persecución y asesinato de sus amigos. Planeaba vivir en el exilio, donde hubiera sido una voz influyente en contra de la dictadura.
Pero un día antes de su salida, fue llevado en ambulancia a una clínica en Santiago, donde recibió tratamiento contra el cáncer y otros padecimientos. Neruda falleció oficialmente el 23 de septiembre de causas naturales. Pero las sospechas de que la dictadura estuvo involucrada en su muerte permanecieron mucho después de que Chile volviera a la democracia en 1990.
Pese a que las pruebas realizadas luego que se exhumaran los restos de Neruda no revelaron indicios de que fuera envenenado, su familia y su chofer exigieron una mayor investigación. El juez al frente del caso solicitó exámenes para localizar sustancias que no se buscaron durante la primera batería de pruebas.