Perú está abierto al uso medicinal de componentes del cannabis, aunque no al consumo recreativo, dijo a la AFP el zar antidrogas Alberto Otárola, una posibilidad que está amparada en convenciones mundiales sobre el uso de drogas. «En el ámbito medicinal sí. En el caso del cannabis, la investigación para medicina le quita el componente alucinógeno al cannabis y deja otras sustancias (de la planta) que son utilizadas para el tratamiento del dolor», explicó.
«Hay tendencias e investigaciones pioneras en este tema y creemos que esto tiene que ser enfocado con mucha seriedad. No nos negamos. Estamos abiertos al uso medicinal en concordancia con las convenciones de Naciones Unidas», agregó el presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
En Perú, uno de los tres mayores productores mundiales de hoja de coca y cocaína, no se sanciona el consumo de drogas, pero si el tráfico y la posesión superior a las cantidades establecidos por ley.
«Hay investigaciones, el Perú no se va a negar a abrir un debate sobre los usos medicinales (de estupefacientes), porque lo dicen las convenciones. Podemos avanzar, los países civilizados, en favorecer el uso exclusivamente medicinal pero no recreativo de los estupefacientes», agregó.
Otárola llevará la posición de Perú a la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas (Ungass) que se desarrolla en abril en Nueva York.
Otárola recordó que uno de los temas a abordar serán las nuevas tendencias del narcotráfico, que indican que el mercado de cocaína irá en descenso en las próximas dos décadas y se fortalecerá el de drogas sintéticas, de más fácil comercialización y menor control.