Grecia presentó una enérgica denuncia contra Austria el martes por restringir drásticamente el paso de migrantes, mientras la policía en la frontera entre Grecia y Macedonia desalojó a cientos de migrantes varados en un campamento levantado en la zona. Atenas criticó la decisión tomada la semana pasada por Austria de imponer una cuota diaria al número de solicitudes de asilo y de migrantes que pueden entrar al país, una medida que ha dejado a miles de personas estancadas en Grecia.
El embajador de Austria en Grecia fue llamado a consultas por el Ministerio de Exteriores el martes para recibir la queja luego de que Viena invitara a los países de los Balcanes occidentales a una cumbre sobre migración el miércoles, excluyendo a Atenas de la cita.
El ministerio describió la reunión como una «medida unilateral que no es en absoluto amable hacia nuestro país».
Más de un millón de migrantes y refugiados llegó a la Unión Europea el año pasado, más del 80% de ellos a través de la ruta marítima que une Turquía con las cercanas islas griegas. Las llegadas continúan este año a un ritmo medio de 4.000 al día.
La iniciativa austriaca hizo que Macedonia frenase durante el fin de semana el paso a los migrantes afganos en la frontera. Las autoridades redujeron además la cantidad de solicitantes de asilo de Irak y Siria que pudieron entrar a su territorio.
En Francia, cientos de migrantes acampados en el puerto de Calais deben abandonar la zona antes del martes por la noche, aunque el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, insistió en que la evacuación será «progresiva».
En una operación a primera hora de la mañana, la policía en la frontera entre Grecia y Macedonia ordenó el traslado en autobús de la mayoría de los afganos acampados en la zona hacia Atenas, en el sur del país. Los periodistas no pudieron acercarse a la zona.
Los migrantes iban a ser instalados en un asentamiento levantado por el ejército la semana pasada cerca de Atenas, tras las presiones de la Unión Europea al país para completar albergues temporales y centros de registro.
Mirwais Amin, un migrante afgano de 20 años, dijo que fue separado de sus familia después de que se le impidió llegar a la frontera y acampar en un lugar cercano.
«Macedonia no está dejando pasar a migrantes. No puedo entender por qué», dijo.
«No puedo llegar al campamento (de la frontera), y mis familiares están allí. Aquí hace frío y no tenemos comida».
La ONG internacional International Rescue Committee dijo el lunes por la noche que la decisión de Macedonia de devolver a los ciudadanos afganos era «otro ejemplo más de las decisiones arbitrarias y unilaterales de países que amenazan con causar graves consecuencias humanitarias para los refugiados desesperados».
Bill Frelick, director del programa de refugiados de Human Rights Watch, acusó a los países de la UE de hacer la vista gorda ante la difícil situación de los solicitantes de asilo afganos.