Un hombre sospechoso de abrir fuego indiscriminadamente en una localidad de Michigan, en el norte de Estados Unidos, fue arrestado este domingo tras dejar un saldo de siete muertos, informó la policía. Los ataques fueron cometidos la noche del sábado en el condado de Kalamazoo, unos 190 km al oeste de Detroit, y el atacante fue detenido poco después de la medianoche (05H40 GMT).
«Creemos tener a nuestro sospechoso bajo arresto», dijo en conferencia de prensa el teniente de policía Dave Hines.
Hines indicó que hubo tres tiroteos: uno fuera de un complejo de apartamentos, otro fuera de una concesionaria de automóviles y el tercero en un restaurante.
El jefe del Departamento de Seguridad Pública de Kalamazoo, Jeff Hadley, indicó luego que el detenido era «un fuerte sospechoso«, al tiempo que señaló a los medios locales que el peligro había pasado.
Por el momento se desconocen las motivaciones del atacante, presentado como un hombre blanco de más de 50 años que conducía un coche Chevrolet de color azul.
Varias agencias policiales se vieron envueltas en el caso, y el número de víctimas así como sus perfiles iban cambiando con el paso de las horas.
El sheriff adjunto de Kalamazoo, Paul Matyas, dijo que siete personas murieron en el tiroteo, y que una resultó herida. Informes policiales previos hablaban de entre cinco y seis muertos.