La directora de una cárcel en el noreste de México donde esta semana murieron 49 reos tras una riña entre grupos criminales rivales fue detenida y acusada junto a otros dos funcionarios de homicidio calificado. Así lo indicó el sábado un fiscal estatal.
El enfrentamiento, que estalló hacia la medianoche del miércoles en el viejo y sobrepoblado penal Topo Chico en Monterrey, capital del estado de Nuevo León, dejó además 12 heridos y amenazó con empañar la visita del Papa Francisco al país azotado por la violencia del crimen organizado.
La alcaide Gregoria Salazar Robles y el subcomisario de administración penitenciaria Jesús Fernando Domínguez Jaramillo fueron acusados de homicidio calificado y abuso de autoridad y se encuentran en prisión preventiva, dijo el procurador de justicia del estado, Roberto Flores, en una conferencia.
En tanto, el custodio José Reyes Hernández Aguilar también está detenido pero solo por homicidio, agregó.
El conflicto en la cárcel, que alberga a 3,498 internos, comenzó con una disputa entre los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, apodado «El Credo», y Juan Pedro Saldívar, alias «El Z27».
«¿Quién es el directamente responsable? (…) La directora del centro penitenciario. ¿Qué estaban haciendo? Pues evidentemente no estaban respetando el reglamento e iniciaron un motín», dijo Flores a periodistas.
Hasta el momento, los familiares han recibido los cuerpos de 42 de las víctimas, agregó el funcionario.
A comienzos de la década, el estado de Nuevo León fue escenario de cruentas batallas entre el antiguo cártel del Golfo y los sanguinarios Zetas, un grupo formado por ex militares de elite del Ejército que años atrás era parte de la banda narco.
El incidente es el más reciente de una serie de disturbios mortales en los últimos años en las hacinadas cárceles del país, repletas de reclusos vinculados al crimen organizado.
El Papa Francisco llegó el viernes a México y visitará, entre otros lugares, una prisión en la fronteriza Ciudad Juárez, que hace unos años era considerada una de las más violentas del mundo.