Irrumpido por un conato de incendio, se vio el acto amoroso para las parejas que aprovechaban el momento ameno en los cuartos de un hospedaje capitalino, en el cual tuvieron que salir a prisa antes que resultaran afectados por el incendio.
Las causas del incidentes supuestamente fue la mala manipulación de fósforos por parte de un menor que se encontraba en la segunda planta del motel sin la supervisión de sus padres, mucho menos de los propietarios del lugar.
Según una jovencita que labora en el local adujo que solo estaba el televisor conectado, el cual terminó hecho cenizas junto a un sofá, una cama y varios artículos que por lo general sirven de distracción para los tórtolos que visitan dichos centros de pasiones.
En el incidente tuvo que ser necesaria la movilización de una cisterna de la unidad de la Dirección General de Bomberos para realizar trabajos de enfriamiento y de esta manera garantizar la seguridad de los clientes.
El comandante y jefe de operaciones de la Dirección General de Bomberos, Javier Amaya, hizo el llamado a la supervisión de los menores de edad por parte de los padres o tutores, que cuyo incidente gracias a dios no cobró vidas humanas.
Es preciso mantener la supervisión de los padres o personas adultas a los menores de edad, y alejarlo de todos objetos peligrosos, más si encuentran en locales donde por lo general son visitados por muchas personas.