La elección de Mario Vargas Llosa para recibir un importante premio literario de República Dominicana desató una polémica entre autoridades culturales y gubernamentales debido a las críticas que el laureado escritor lanzó contra el proceso de desnacionalización de descendientes de haitianos en el país caribeño. «Es una decisión inapropiada otorgarle este galardón» a Vargas Llosa, consideró el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, en un comunicado difundido la noche del lunes por la casa de gobierno.
El escritor peruano laureado con el Nobel de literatura fue seleccionado este mes por un panel independiente de intelectuales dominicanos y extranjeros para recibir el Premio internacional Pedro Henríquez Ureña, un premio a la trayectoria literaria que entrega cada año desde el 2013 el ministerio de Cultura en la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo.
Este año la exhibición se celebrará a partir del 20 de abril y se espera la presencia de Mario Vargas Llosa.
La asistente del escritor en Lima remitió cualquier pregunta al correo electrónico de Vargas Llosa, quien no respondió el martes de inmediato a una solicitud de comentarios de la AP.
Desde que fue instituido el premio, el galardón ha honrado la labor literaria de Luis Rafael Sánchez, Eduardo Galeano, Ernesto Cardenal y Beatriz Sarlo.
Montalvo criticó la elección de Vargas Llosa al recordar que el escritor «realizó pronunciamientos agresivos y falaces sobre las leyes» dominicanas, como una controvertida sentencia del Tribunal Constitucional que en 2013 ordenó iniciar juicios individuales para anular la nacionalidad dominicana a todas aquellas personas nacidas entre 1929 y 2007 de padres extranjeros que no tuviesen permisos de residencia.
La medida afectaba, según organismos de derecho humanos, a unos 210.000 dominicanos de ascendencia haitiana.
La sentencia del Tribunal Constitucional dominicano «es una aberración jurídica», escribió Vargas Llosa en una artículo publicado en noviembre del 2013 en el diario español El País.
El escritor consideraba que la sentencia parecía «directamente inspirada en las famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos».
Debido a las críticas de Vargas Llosa, decenas de personas se reunieron en noviembre del 2013 en una céntrica plaza pública de Santo Domingo para quemar ejemplares de libros del autor, incluida su novela «La fiesta del Chivo», basada en la historia reciente de República Dominicana.
Al recordar que hizo aquellas críticas en 2013, Vargas Llosa expresó en una carta dirigida al ministerio de Cultura: «Pese a ese antecedente, que se me conceda este premio habla muy bien del espíritu democrático, tolerante y abierto que por fortuna parece prevalecer en el país».
Varios grupos conservadores y nacionalistas, como el partido Fuerza Nacional Progresista, criticaron la decisión de otorgarle el premio e hicieron un llamado a anularla.
La elección de Vargas Llosa es «una ofensa al país, una provocación», consideró el diputado Vinicio Castillo, de la Fuerza Nacional Progresista.
El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, explicó que la selección fue realizada por un jurado independiente compuesto por intelectuales de universidades de varios países y tomó en cuenta el legado literario de Vargas Llosa, no sus posiciones políticas e ideológicas.
Sin explicar si el Poder Ejecutivo se opone al premio, el vocero de la presidencia, Roberto Rodríguez, consideró en una entrevista de televisión reproducida en el sitio web de la casa de gobierno que el otorgamiento del galardón era «una imprudencia política».