La alcaldía de la ciudad brasileña de Salvador, capital del estado de Bahía, informó ayer que identificó a 626 niños y adolescentes sometidos a trabajo infantil en las fiestas de carnaval.
Los menores estaban trabajando como vendedores ambulantes en las zonas de conciertos de Salvador, ciudad que tiene las segundas fiestas de carnaval más concurridas de Brasil después de Río de Janeiro.
Los funcionarios municipales instaron a los vendedores ambulantes a que enviaran a los menores a cuatro centros de acogida habilitados por la alcaldía para recibir a los niños durante el carnaval.
De los 626 niños y adolescentes interceptados por las autoridades, tan sólo en 87 casos los vendedores ambulantes que estaban con los menores permitieron que estos fueran a los centros de acogida municipales, según un comunicado oficial.
La alcaldía afirmó que, debido al gran número de casos, va a cohibir con más rigor el empleo de niños y advirtió que, a partir de ayer, cancelará la licencia de operación a los vendedores ambulantes que se sirvan de niños o adolescentes.
Protestas durante el carnaval
El carnaval de Río de Janeiro se convirtió ayer en un instrumento de protesta, en clave musical, por la forma en la que se han organizado los Juegos Olímpicos que esta ciudad brasileña albergará el próximo agosto.
El grupo Ocupa Carnaval, que sale a las calles de Río tocando canciones con letras contestatarias usando músicas tradicionales del carnaval carioca, divulgó una tonadilla para denunciar que las olimpiadas no traen beneficios a la población.
Si piensas que la antorcha es nuestra, la antorcha no es nuestra. No. La antorcha es de las constructoras. No sobra nada para el pueblo, decía el estribillo de la canción.
En otra estrofa, Ocupa Carnaval alega que las olimpiadas sólo sirvieron para embolsar dinero por parte de las constructoras que se han encargado de las numerosas obras de infraestructura y de la construcción de las instalaciones deportivas y los hoteles que han sido necesarios para el evento.
Sirviéndose de otra canción tradicional del carnaval de Río, el grupo criticó la contaminación de la bahía de Guanabara, donde se realizarán las competiciones de vela.
Rema, rema, rema, remero, en la bahía sucia de deshechos, dice la canción del Ocupa Carnaval, grupo que aspira a contagiar el carnaval con las reivindicaciones de los movimientos populares.
En tanto, tras un año de interminable espera, los cariocas volvieron a tomar las gradas del mítico sambódromo, el auténtico corazón que late en lo más profundo de una ciudad que parece vivir por y para el carnaval.
Como no podía ser de otra manera, esta edición del Carnaval de Río de Janeiro tenía que estar marcada por la próxima celebración de los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar en la Ciudad Maravillosa el próximo mes de agosto.