El presidente de Haití, Michel Martelly, ha dimitido y ha pronunciado un discurso de despedida en que dijo que trabajó «día y noche» para mejorar el país y que está «listo para ser juzgado por la historia», informan medios.
Pocas horas antes del final de su mandato Martelly, firmó este sábado un acuerdo con las dos cámaras del Congreso para designar un Gobierno de transición que permanecerá en poder hasta la segunda ronda de elecciones.
A finales de enero de este año en Haití canceló la segunda vuelta de las elecciones presidenciales como resultado de violentas protestas que culminaron con varias detenciones y gran número de heridos. Los representantes de la oposición que protagonizaron los actos denunciaban no estar de acuerdo con las candidaturas propuestas por el Gobierno y exigían otros representantes para la carrera electoral.
El presidente de Haití, Michel Martelly, se despidió el domingo de sus compatriotas, tras concluir este domingo su mandato, y llamó a la unidad para superar las dificultades que enfrenta la nación, sumida en una crisis electoral que ha impedido elegir en las urnas a un nuevo jefe de Estado.
«Hoy es un día difícil, pero tenemos que unirnos para enfrentar las dificultades. Somos un pueblo valiente, un pueblo que tiene honor y una historia importante para el mundo» , dijo el saliente presidente en su última comparecencia ante el Congreso Nacional (bicameral), que deberá nombrar ahora un Gobierno provisional.
En su mensaje, Martelly invitó a los haitianos a dejar a un lado el camino de la violencia «porque la violencia no ayuda en nada» .
El gobernante saliente agradeció a los haitianos haberle dado la oportunidad de dirigirlos desde el 14 de mayo del 2011.
Satisfacción propia. «Es un trabajo muy difícil, serví con honor y estoy contento de mi trabajo» , expresó, y agregó, que la labor para cambiar la nación «no es fácil» , pero tiene que continuar «con determinación por un mejor futuro».
«En mis cincos años di todo para ayudar a mis país a desarrollarse y entrar a la modernidad» , aseguró.
«Desde el terremoto (de enero de 2010) quería servir a mi país, cinco años después estoy listo para comparecer ante el tribunal de la historia» , subrayó.
«Tenemos que luchar contra la demagogia y el espíritu de violencia» , indicó, al tiempo que afirmó que no se irá del país.