Rusia, Lista Para Invadir Ucrania; Kiev Advierte Sobre Guerra

El presidente ruso, Vladimir Putin, consiguió el sábado autorización del Parlamento para invadir Ucrania, donde el nuevo Gobierno advirtió de una posible guerra, puso sus tropas en alerta y pidió la ayuda de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

La abierta reivindicación de Putin del derecho a desplegar tropas en un país de 46 millones de habitantes en Europa central crea la mayor confrontación directa entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.

El primer ministro, Arseny Yatseniuk, que encabeza un Gobierno que asumió hace una semana tras la destitución del aliado de Moscú Viktor Yanukovich, dijo que una acción militar de Rusia «sería el principio de una guerra y el fin de cualquier relación entre Rusia y Ucrania».

El presidente en funciones Oleksander Turchinov ordenó que las tropas se pusieran en alerta de combate, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Andriy Deshchytsya, dijo que se reunió con funcionarios europeos y estadounidenses y pidió a la OTAN que «examine todas las posibilidades para proteger la integridad y la soberanía de Ucrania».

La decisión de Putin fue un desaire para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros líderes de Occidente que habían advertido durante días de que Rusia no debía intervenir.

Tropas sin distintivos pero claramente rusas ya han tomado el control de Crimea, donde Moscú tiene una fuerte presencia militar porque es la sede de su flota del Mar Negro. La campaña en ese lugar hasta el momento ha sido sin derramamiento de sangre, con las nuevas autoridades de Kiev incapaces de intervenir.

Las fuerzas rusas fortalecían su control sobre Crimea mientras la tensión se propagaba a otras áreas partes de Ucrania el sábado. Manifestantes pro rusos chocaban violentamente con partidarios del nuevo Gobierno ucraniano e izaban banderas rusas en edificios públicos de varias ciudades.

«Esta es probablemente la situación más peligrosa en Europa desde la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968», dijo un funcionario occidental a condición de permanecer en el anonimato.

«Siendo realistas, tenemos que asumir que Crimea está en manos soviéticas. El desafío ahora es evitar que Rusia tome el control de otras zonas del este de Ucrania en que se habla ruso», añadió.

Putin logró rápidamente la aprobación unánime del Senado de Rusia para usar las fuerzas armadas sobre el territorio de su vecina Ucrania, citando la necesidad de proteger a ciudadanos rusos, la misma razón que dio para invadir al pequeño estado de Georgia en 2008.

Los gobiernos de las potencias occidentales se apuraban para ofrecer una respuesta, que se ha limitado a las palabras.

«Se necesita con urgencia una reducción de las tensiones en Crimea», dijo en un mensaje por Twitter el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. «Los aliados de la OTAN siguen en estrecha coordinación», añadió.

Gran Bretaña llamó a su embajador en Rusia y los ministros de la Unión Europea tenían prevista una reunión de emergencia.

DERRIBAN BANDERAS

Hasta el momento no ha habido señales de una acción militar rusa en Ucrania fuera de la región de Crimea, la única zona de ese país que cuenta con una mayoría étnica rusa y que a menudo ha expresado intenciones separatistas.

No obstante, la tensión aumentó dramáticamente en otros lugares, con manifestaciones masivas y ocasionalmente violentas en las ciudades del este y sur del país, donde la mayoría de personas, aunque son étnicamente ucranianas, hablan ruso y muchas respaldan al destituido presidente Viktor Yanukovich y a Moscú.

Al caer la noche, manifestantes derribaron banderas de Ucrania y las reemplazaron por unas de Rusia sobre edificios del Gobierno en las ciudades de Járkov, Donetsk, Odesa y Dnipropetrovsk.

El rápido desarrollo de los eventos ha sacudido a los nuevos líderes del país, que tomaron el poder de una nación al borde de la bancarrota cuando Yanukovich huyó de Kiev la semana pasada, luego de que sus fuerzas policiales mataron a una veintena de manifestantes antirusos en Kiev.

La crisis en Ucrania comenzó en noviembre cuando Yanukovich, un seguidor de Moscú, abandonó un pacto de libre comercio con la Unión Europea a cambio de vínculos más cercanos con Rusia.

Luego del anuncio de la intervención rusa en Crimea, el presidente interino de Ucrania, Oleksander Turchynov, llamó a una reunión de sus jefes de seguridad. Vitaly Klitschko, otro rival Yanukovich, llamó a una movilización general.

En Crimea, la llegada de las tropas fue recibida con agrado por la mayoría rusa.

«Quiero vivir en Rusia, quiero que nos unamos a Rusia», dijo Alla Batura, una pensionada de 71 años que vive en Sebastopol. «Son buenos muchachos (…) Nos están protegiendo, así que me siento segura».

Inna, una recepcionista de 21 años de una tienda, era menos entusiasta. «Estoy aturdida. No entiendo de qué va esto La gente dice que vienen aquí a protegernos ¿Quien sabe?».

Muchos rusos tienen un fuerte vínculo emocional con Crimea y Sebastopol, la «ciudad heroica» de la era soviética que fue asediada por los nazis.

Para muchos en Ucrania, la posibilidad de un conflicto militar congela la sangre.

«Cuando un eslavo lucha contra otro el resultado es devastador», dijo Natalia Kuharchuk, una contadora de Kiev.

«Dios nos salve», agregó.

MOSCU/KIEV (Reuters) –