La temporada escolar que comprende los primeros meses del año es sinónimo de ingresos para miles de familias. En los barrios de Managua es notoria la creación de pequeños negocios como librerías que ofertan una amplia variedad de productos.
Doña Mariela, propietaria de una librería en el barrio Altagracia, Distrito III de Managua, tiene surtido varios espacios de su negocio y con mucho optimismo espera que las ventas mejoren este fin de semana, como preámbulo al inicio del ciclo educativo, cuando más de un millón 700 mil estudiantes regresen a las aulas.
Gracias a Dios nos va bien, los chavalos están viniendo a comprar poco a poco sus cositas, nos ha funcionado este negocio y ahí vamos adelante, dijo Mariela Zamora.
Son pequeños y medianos negocios, pero que con gran entusiasmo nacieron para satisfacer la demanda de una amplia población estudiantil. Esta es una semilla que ha sembrado una familia y esperan que germine.
Tenemos pensado abrir pronto aquí, expandirnos y crecer más, Dios primero que así sea, pero la idea es estupenda, hay pocos negocios en este sector y nos va bastante bien, respondió José Daniel Torres, quien está al frente de la librería Megans, donde también se ofrece el servicio de fotocopias.
Los vecinos dicen que las librerías en los barrios son de gran provecho. Pues es más seguro porque así ya no vamos tan largo de casa y los precios son cómodos; comento Meyling Escobar.
Sin duda las librerías aportan al dinamismo económico del país y fortalece las economías de los hogares que los administran, además de llevar comodidad a la población cuando requiera uno de estos cientos de artículos que tanto necesitan los estudiantes.