Tras una batalla muy cerrada el Senador Ted Cruz se impuso en el caucus republicano de Iowa con al menos cuatro puntos de diferencia frente a su más cercano rival, el magnate inmobiliario Donald Trump.
«Dios bendiga al gran estado de Iowa», dijo Cruz al agradecer el triunfo, principalmente tras el apoyo clave que obtuvo de los evangélicos, grupo importante en ese estado.
«Nuestros derechos provienen de nuestro creador», agregó Cruz apelando al discurso religioso que surtió efecto. Dijo que el próximo presidente no será escogido ni por los medios ni por el establishment en Washington, sino «por el pueblo de Estados Unidos».
Con el 99% de los votos escrutados, Cruz obtuvo el 27.7%, Trump el 24.3% y Rubio el 23.1% de las preferencias de las asambleas partidarias de ese estado del medio oeste de EEUU.
«Me siento honrado» de haber llegado segundo en el caucus de Iowa, dijo Trump reconociendo su derrota.
Muy reforzado de la batalla de Iowa salió Marco Rubio, que terminó de tercero luego de Trump por poco más de un punto de diferencia.
«Dimos el primer paso, uno muy importante para ganar la nominación», afirmó el senador desde su centro de campaña en Des Moines tras felicitar a Cruz, de quien dijo que «se mereció su victoria».
Para los hispanos, la principal interrogante que esperan dilucidar es cuán fuerte es la rabia generalizada en la comunidad hispana frente a la retórica antiinmigrante de candidatos como Trump y promesas migratorias como las de Cruz.