El papa Francisco pidió que los embriones humanos «no sean tratados como material desechable«, a punto de «morir», al recibir este jueves en el Vaticano al comité italiano de bioética. «El reto es resistir a la cultura del descarte, que tiene muchas caras, entre ellas la de tratar como material desechable a los embriones humanos», dijo el papa argentino al comité de expertos italianos, creado hace 25 años.
El papa reiteró a las autoridades científicas italianas su enérgica defensa de la vida «desde su concepción hasta la muerte», dijo.
«Ese principio ético es fundamental para la aplicación de la biotecnología en el campo de la medicina», advirtió el pontífice argentino.
El jefe de la Iglesia católica reconoció que «está satisfecho de la conciencia pública adquirida sobre esos temas a varios niveles» y aseguró que «es capaz de discernir y obrar sobre la base de una racionalidad libre y abierta, con valores constitutivos de la persona y de la sociedad», dijo.
«La madurez civil es una señal de que la semilla del Evangelio ha dado sus frutos», concluyó.
El papa Francisco, que suele ser criticado por los sectores más conservadores por mantener una actitud menos beligerante sobre esos temas y evita lanzar anatemas, en las últimas semanas ha condenado explícitamente y reiteradamente el aborto, la eutanasia, y toda «confusión entre el matrimonio y las uniones homosexuales», precisó.
También el papa Francisco recibió este jueves en el Vaticano al actor y productor estadounidense Leonardo DiCaprio. El protagonista de muchos filmes de Hollywood expuso al jefe de la iglesia católica su batalla por la defensa del medioambiente.
Otros detalles sobre el encuentro privado del papa con el actor no fueron divulgados por el Vaticano.
El papa argentino suele conceder audiencias privadas a personalidades de todo el mundo, en particular a aquellas más sensibles a los problemas sociales.
DiCaprio, que creció en Los Ángeles en el seno de una familia católica de origen italiana y alemana, dice ser ateo.