Policías salvadoreños protestan por mejoras salariales

Cientos de agentes y miembros del personal administrativo de la Policía Nacional Civil de El Salvador, muchos de ellos cubiertos sus rostros con pasamontañas y pañoletas, marcharon por las calles de la capital hasta la Casa Presidencial para exigir un aumento salarial y mejores condiciones de trabajo. El movimiento de Trabajadores de la Policía, un sindicato no reconocido por las autoridades, convocó a los trabajadores de la policía, operativo y administrativo, a participar en «histórica y gloriosa lucha, para exigir lo que por derecho hemos ganado».

En la actividad en la que también participaron los familiares de los trabajadores de la Policía, que partió de la Plaza El Salvador del Mundo se topó con los dispositivos de seguridad de la Unidad de Mantenimiento del Orden, y luego de pequeños altercados sin mayores consecuencias, evadieron dos barricadas hasta aproximarse al portón principal de Casa Presidencial donde exigieron ser atendidos por una comisión de alto nivel.

Los policías exigen un aumento salarial de 1.000 dólares mensuales, cuatro bonos anuales, mejores condiciones de trabajo en los puestos policiales, equipo adecuado para combatir la delincuencia, reducción del maltrato de las altas jefaturas y jornadas laborales adecuadas.

El presidente Salvador Sánchez Cerén ha prometido entregar un bono a los policías y militares involucrados en tareas de seguridad y combate a la delincuencia.

«Cuando el presidente prometió el bono lo que hizo fue motivar las esperanzas de un gremio de trabajadores que no ha tenido incentivos en los últimos tiempos», manifestó Marvin Reyes, que dirige el movimiento de los policías.

Por su parte el comisionado de la Policía Mauricio Arriaza Chicas que llegó hasta las proximidades de Casa Presidencial para mediar y evitar altercados entre los policías, dijo que «esta es la primera vez que en la institución hay miembros que están tratando de realizar diferentes acciones demandando derechos y lo que tenemos que hacer es escucharlos, pero también hacerles conciencia de sus obligaciones».