Un grupo de arqueólogos peruanos investiga la posible existencia de una nueva civilización en la costa norte de Perú, intermedia entre la Mochica (siglos I al VIII d.C) y la Lambayeque (XI al XV), después de un hallazgo en la Huaca Santa Rosa de Pucalá, informó el director de la investigación, Edgar Bracamonte.
En el descubrimiento se encontraron restos de un templo con seis mujeres pertenecientes a un grupo de elite que fueron dadas como ofrenda antes de que la edificación fuera sellada, precisó Bracamonte.
Una de las características principales de este vestigio es la rampa, donde se encontraron los seis cuerpos, cuatro de los cuales estaban enterrados en una fosa y uno en la parte central, orientado en la misma dirección que la rampa y en una posición nunca antes registrada en tumbas Mochica ni Lambayeque.
El investigador explicó que posiblemente no fue «un entierro normal», porque los brazos estaban hacia atrás, y por este motivo los arqueólogos piensan que puede existir un grupo cultural intermedio, del que todavía están «buscando las evidencias».
El periodo al que podrían pertenecer estos cuerpos se sitúa en una etapa denominada «horizonte medio», que comprende los años 750 y 900 de nuestra era, posterior a la civilización Mochica pero anterior a la Lambayeque, precisó el arqueólogo.
A falta de hacer las identificaciones definitivas, Bracamonte hizo un análisis preliminar, en el que destaca las dentaduras «en perfectas condiciones» de los cuerpos, que llevan a suponer que «llevaron una dieta muy buena».
Además, dentro del edificio sellado se encontraron vasijas «muy particulares», con características «nunca vistas», ya que mezclan el estilo Mochica con cierta influencia de la Sierra que, según indicó el experto, demuestra los «contactos constantes con la cultura Cajamarca».
Bracamonte y su equipo también han encontrado una calzada del periodo Chimú con una longitud de aproximadamente 50 metros y en su suelo han evidenciado restos de spondylus (una especie de caracol marino sagrado) y de peces, crustáceos, ají, guanábana y calabaza.
Los arqueólogos hallaron, además, restos incinerados de alimentos que habían sido colocados en diferentes partes del templo principal, cuyas dimensiones no han sido determinadas de momento.
El grupo investigador cuenta con la asesoría de Walter Alva, el descubridor del famoso Señor de Sipán, y también lo componen alumnos de la Universidad Pedro Ruiz Gallo, de la ciudad de Chiclayo.
Bracamonte anunció que las investigaciones proseguirán en marzo próximo, cuando se reanudarán las excavaciones después del cierre preventivo por las posibles lluvias que puede causar el fenómeno climático de El Niño.
El centro arqueológico de Santa Rosa está ubicado en la región de Lambayeque y en él se estudia la confluencia de las culturas prehispánicas gracias al programa de investigaciones del museo Tumbas Reales de Sipán, al cual pertenecen los más importantes hallazgos arqueológicos en la costa norte de Perú.