La estatua de mármol Venus Capitolina, de una mujer desnuda, realizada en el siglo II antes de Cristo, figura entre las obras de arte que fueron tapadas el lunes en Roma por la visita del presidente de Irán, lo que ha desatado fuertes polémicas.
A pedido de las autoridades iraníes algunas célebres obras de arte de mujeres desnudas que decoran el Capitolio, la sede histórica de la alcaldía de Roma, fueron cubiertas con cubos realizados con paneles blancos, informaron fuentes de prensa locales.
Fue una decisión tomada «por respeto» al visitante, líder político y clérigo chiita, indicaron fuentes oficiales.
«La delegación iraní pidió también que la conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano Mateo Renzi no se celebrara de frente a la enorme estatua ecuestre de bronce de Marco Aurelio, como había sido programado.
«Mejor al lado», contó el rotativo Il Messaggero, para evitar así que los dos líderes políticos posaran de frente a los atributos del caballo del emperador y filósofo romano.
«No se puede esconder la propia cultura, la propia religión ni la propia historia. Ha sido una decisión equivocada», aseguró a la emisora pública Rai3 el arqueólogo Giuliano Volpe, presidente del Consejo Superior para los Bienes Culturales del Ministerio italiano de Cultura.
«Hay que valorizar más bien el respeto y las diferencias», comentó.
El pedido de tapar las obras de arte fue aceptado «por respeto a la cultura y a la sensibilidad iraní», aseguraron fuentes del gobierno italiano, que aceptaron también la petición de los iraníes de evitar todo tipo de alcohol durante la cena en su honor.
El miércoles, con ocasión de su etapa en Francia, no han sido programadas comidas con las autoridades, debido a que París no aceptó el pedido de retirar el vino de la mesa.